Una explosión ante una escuela en la capital afgana, Kabul, causó este sábado al menos 25 muertos y 52 heridos, incluidos estudiantes, informó el ministerio de Interior.
“Tristemente, 25 mártires y 52 heridos han sido evacuados a hospitales”, explicó el portavoz del ministerio, Tareq Arian, a reporteros. Dijo que “el número de víctimas podría subir”.
La explosión ocurrió en el distrito de Dasht-e-Barchi, en el oeste de Kabul, cuando los residentes estaban en la calle haciendo compras antes de la fiesta del Aíd al Fitr, la próxima semana, que marca el final del mes sagrado del Ramadán.
El barrio está poblado principalmente por chiitas hazaras y en el pasado ha sido atacado por militantes islámicos sunitas.
El portavoz del ministerio de Salud, Dastagir Nazari, dijo que varias ambulancias fueron despachadas al lugar y que estaban evacuando a los heridos.
“La gente en la zona está molesta y ha golpeado a varios trabajadores de ambulancias”, indicó.
La explosión se dio en momentos que Estados Unidos retira a los últimos de sus 2.500 soldados del país, pese al tambaleante esfuerzo de paz entre los talibanes y el gobierno afgano para terminar con una guerra de décadas en Afganistán.
Las autoridades usualmente culpan a los talibanes de los ataques en Kabul, pero los insurgentes niegan su responsabilidad.
Los talibanes han negado que realicen ataques en Kabul desde febrero del año pasado, cuando firmaron un acuerdo con Estados Unidos que abrió el camino a conversaciones de paz y a la salida de las últimas tropas estadounidenses.
Pero el grupo ha tenido choques cotidianos en zonas aledañas con las fuerzas afganas al mismo tiempo que seguían retirándose las tropas estadounidenses.
“Despreciable acto de terrorismo”
La misión europea en Afganistán condenó lo que consideró como un ataque contra una escuela primaria para mujeres.
“El horrendo ataque… es un despreciable acto de terrorismo”, señaló la misión por Twitter.
“Tener como objetivo estudiantes de primaria en una escuela de mujeres, hace de este ataque una agresión contra el futuro de Afganistán. Contra gente joven determinada a mejorar el país”.
La misión de asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) expresó su “profundo rechazo” a la explosión.
Dasht-e-Barchi ha sido frecuente objetivo de ataques de militantes islamistas suníes.
En mayo del año pasado un grupo de hombres armados atacó un hospital en el área en una acción en plena luz del día, dejando 25 personas muertas, inclusive 16 madres de recién nacidos.
El hospital era apoyado por la organización humanitaria internacional Médicos sin fronteras, que tuvo que retirarse después del proyecto.
Aunque el ataque no fue reivindicado, el presidente afgano Ashraf Ghani acusó a los talibanes y al Estado islámico.
El 24 de octubre, un kamikaze se hizo explotar en un centro de formación en el mismo distrito, matando a 18 personas, entre ellas estudiantes en un ataque que tampoco fue reivindicado.