Irán acusó este sábado a las autoridades de Baréin de haberse convertido en “cómplices de los crímenes” de Israel al normalizar sus relaciones con este país, un acuerdo anunciado el viernes por Donald Trump, quien da así un paso adelante en la transformación del escenario de Oriente Medio y en el aislamiento de Irán.
“Los líderes de Baréin serán ahora cómplices de los crímenes del régimen sionista, así como una constante amenaza para la seguridad de la región y del mundo musulmán”, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores iraní en un comunicado este sábado.
Horas antes, Baréin se había convertido en el segundo país del Golfo en normalizar sus relaciones con Israel, después del acuerdo similar logrado entre Israel y Emiratos Árabes Unidos hace menos de un mes, y en el cuarto Estado árabe en establecer estos lazos, tras los acuerdos firmados por Egipto en 1979 y Jordania en 1994.
Trump calificó de “histórico” este acuerdo entre sus “dos grandes amigos”, que significará el punto de partida para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales plenas.
“Están sucediendo cosas en Medio Oriente que nadie podría haber pensado”, dijo el mandatario.
Según uno de los consejeros del rey de Baréin, Jalid al Jalifa, este acuerdo impulsará la “seguridad, estabilidad y prosperidad” de la región.
La Casa Blanca especificó que Baréin participará en una ceremonia de firma programada para el martes en Washington, en la que también estará el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Al igual que la mayoría de los países del Golfo, Baréin comparte con Israel y Estados Unidos la misma hostilidad hacia Irán y en su caso le acusa de utilizar a la comunidad chiita en Baréin contra la dinastía sunita gobernante.
Los bareiníes opuestos a un acercamiento con Israel denunciaron este sábado este acuerdo y en las redes sociales, las etiquetas “Bareiníes contra la normalización” y “La normalización es una traición” se multiplicaron.
“Golpe” a la causa palestina
Turquía también condenó el acuerdo de normalización de las relaciones entre Israel y Baréin y lo calificó este sábado como un “nuevo golpe” a la causa palestina.
“Es un golpe contra los esfuerzos de defender la causa palestina, va a fortalecer a Israel en sus prácticas ilegales contra Palestina y a tornar permanente la ocupación de los territorios palestinos”, dijo el ministerio turco de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Según las autoridades turcas, este acuerdo se opone además a la iniciativa de paz árabe, que pide la retirada completa de Israel de los territorios palestinos ocupados en 1967 a cambio de una normalización de las relaciones.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, saludó el acuerdo como “histórico”.
El Hezbolá libanés, movimiento chiita apoyado por Teherán, lo calificó de “traición y puñalada en la espalda del pueblo palestino”.
Hasta ahora había un consenso en el mundo árabe de que la resolución del conflicto israelo-palestino era una condición previa innegociable para un acercamiento diplomático con Israel.
La Autoridad Palestina y el movimiento islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, calificaron este acuerdo de “puñalada por la espalda” y de “agresión” a la causa palestina.
Ahmad Majdalani, ministro palestino de Asuntos Sociales, dijo que “cuatro o cinco países árabes estarían dispuestos a firmar una paz ilusoria” (acuerdo de normalización, ndlr) con Israel.
El responsable no dio detalles sobre qué países serían, pero según fuentes palestinas podría tratarse de Omán, Sudán, Mauritania y Marruecos.
Pero según Trump este acuerdo entre Israel y Baréin también beneficiará a los palestinos.
“Van a estar en una muy buena posición”, dijo. “Querrán ser parte de (las conversaciones) porque todos sus amigos estarán allí”, dijo.
Normalizar las relaciones entre Israel y los aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, incluidas las ricas monarquías del Golfo, es un objetivo clave de la estrategia regional de Trump.
“A medida que otros países normalicen sus relaciones con Israel, lo que sucederá, estamos convencidos de que con bastante rapidez la región se volverá más estable, más segura y más próspera”, declaró el mandatario, que aspira a ser reelegido en noviembre.
A su llegada a la Casa Blanca en 2017, Trump había prometido una paz duradera para israelíes y palestinos y a principios de año presentó un plan para la región que fue inmediatamente rechazado por los palestinos, que lo consideraron favorable a Israel y estimaron que dejaba de lado su aspiración de poseer un Estado que conviva al lado de Israel con fronteras justas y estables.