Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se han ido acercado durante años y ahora darán el siguiente paso con respecto a las relaciones diplomáticas de manera oficial. En las próximas semanas, representantes de ambos países tienen previsto firmar acuerdos de cooperación en seguridad, inversión, turismo y tecnología. También habrá conexiones aéreas directas entre ambos Estados, que se proponen construir embajadas.
El acuerdo alcanzado, con mediación estadounidense, es fruto de la intensificación de las relaciones. Por ejemplo, la participación de Israel en la exposición mundial Expo 2020 en Dubai se había planificado hace mucho tiempo. Se trata de la primera exposición mundial en un país árabe.
Sin embargo, debido a la pandemia de covid-19, la Expo 2020 se pospondrá un año. En abril de 2019, el ministro de Relaciones Exteriores del país árabe, Anwar bin Mohammed Gargasch, lamentó en una entrevista con el periódico de los Emiratos “The National” la falta de relaciones formales entre ambos países en el pasado.
“Hace muchos, muchos años hubo una decisión árabe de no tener ningún contacto con Israel. En retrospectiva, fue una decisión muy, muy errónea”, dijo el ministro.
Nueva visión árabe sobre Israel
Según el politólogo Eytan Gilboa, del Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos de la Universidad Bar-Ilan, cerca de Tel Aviv, muchos árabes ven ahora a Israel con otros ojos. “Mucha gente en el mundo árabe sunita ya no ve a Israel como un enemigo, sino más bien como un aliado”, afirmó Gilboa en el diario “Jerusalem Post”. “El nuevo acuerdo aumentará la legitimidad de Israel como Estado judío en el Medio Oriente”, agregó.
Según Gilboa, esto también se debe a que muchos Estados árabes están observando la política exterior iraní con creciente preocupación, por ejemplo, las actividades de Teherán en Siria, Yemen y Líbano. “Los Estados árabes del Golfo Pérsico están particularmente expuestos a las amenazas iraníes”, explicó Gilboa.
Críticas de Teherán y Ankara
Las nuevas tensiones entre sunitas e iraníes, según Gilboa, han relegado a segundo plano el antiguo conflicto de Oriente Medio: “Enfrentar las amenazas iraníes es más importante que la cuestión palestina”. Por tanto, los perdedores del acuerdo israelí-emiratí podrían ser los palestinos. Sus deseos políticos ya no tienen tanta prioridad en la agenda de los gobiernos árabes.
A los palestinos les quedan pocos aliados. El gobierno iraní, por ejemplo, criticó el acuerdo. Esto solo fortalecerá el “eje de la resistencia en la región”, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní. El gobierno turco también manifestó su malestar. A su juicio, los EAU habrían traicionado a los palestinos por interés propio.
“Ahora los Emiratos están tratando de mostrar esto como un acto de autosacrificio por Palestina”, anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores en Ankara.
Sin embargo, tanto Turquía como Irán, los dos grandes Estados no árabes de la región, están en gran parte aislados en Oriente Medio. El único Estado aliado de Irán es Siria, un país completamente desgarrado bajo el gobierno de Bashar al Assad. En el resto de los países, Irán depende de tropas subsidiarias, la más importante de la cuales es Hezbolá, que ha sido objeto de fuertes críticas en el Líbano, a quienes algunos le atribuyeron en un comienzo la explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio.
Turquía, por otro lado, tiene mala reputación en el mundo árabe debido a sus ambiciones en política exterior. Egipto, en particular, acusa al presidente Recep Tayyip Erdogan de “neo-otomanismo” político. Ambos países también están muy debilitados económicamente y no son de gran ayuda financiera para los palestinos.
Palestinos no confían en la suspensión de la anexión
Los palestinos se quedaron en gran medida solos en el mundo árabe con sus críticas contra el acuerdo. El presidente Mahmud Abbas describió el acercamiento como “agresión” y “traición a Jerusalén”. Y el periódico “Al-Quds” calificó el acuerdo como algo “peligroso, que representa la retirada de los EAU del consenso árabe-islámico”. Sostuvo además que daría a Israel luz verde para seguir construyendo asentamientos e ignoraría los derechos legítimos de los palestinos.
El gobierno israelí ha acordado de momento no llevar a cabo los planes de anexionar los territorios palestinos ocupados. El ministro de Relaciones Exteriores de los EAU, Anwar Gargash, dijo que el acuerdo había disipado el fantasma de la anexión. El historiador israelí Moshe Zimmermann, sin embargo, no está de acuerdo. El primer ministro Benjamin Netanyahu “ya admitió que la anexión solo se suspendió temporalmente”, dijo Zimmermann en una entrevista en la cadena pública alemana ARD.
El acuerdo tuvo una buena acogida internacional. “La normalización de las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos es una contribución importante a la paz en la región”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas. “Es positivo que el gobierno israelí suspenda sus planes de anexión”, afirmó.
Otros países podrían usar este acuerdo como modelo. Omán, Bahrein y Sudán ya han insinuado que están considerando acuerdos con Israel.