“Ya es hora” de anexionar partes de Cisjordania ocupada, declaró el domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ante el Parlamento reunido para un voto de confianza sobre el gobierno de unión con Benny Gantz.
“Esta es la verdad: estos territorios están allá donde nació el pueblo judío, y donde se desarrolló. Es hora de aplicar la ley israelí y escribir un nuevo capítulo glorioso en la historia del sionismo” declaró Netanyahu, utilizando así el lenguaje habitual para aludir a la anexión de colonias judías en Cisjordania.
El primer ministro israelí ha presentado este domingo el nuevo gobierno de unidad entre el Likud y la coalición Azul y Blanco, el 35 desde la fundación del Estado hebreo. Después de haber celebrado tres elecciones en año y medio, el Ejecutivo nace con el apoyo del principal líder opositor y exjefe del Ejército, Benny Gantz y con la promesa de anexionar para Israel partes de Cisjordania.
Netanyahu ha defendido un “liderazgo fuerte” para Israel frente a la pandemia del coronavirus y la crisis económica provocada por la misma. “La gente quiere un gobierno de unidad y eso es lo que tendrán”, ha proclamado el dirigente durante la sesión de investidura celebrada en la Knesset o Parlamento israelí.
El acuerdo de gobierno
El Gobierno iba a tomar posesión el pasado jueves, pero las diferencias internas por el reparto de carteras en el Likud, el partido de Netanyahu, retrasaron la ceremonia hasta este domingo. El nuevo gabinete israelí contará con 34 ministros y será así el más numeroso de la historia del país.Según el acuerdo de coalición, ‘Bibi’ ocupará el cargo durante los primeros 18 meses de mandato, tras lo que cederá el cargo a Gantz
El acuerdo Netanyahu/Gantz prevé la presentación, a partir del 1 de julio, de un plan para poner en práctica el proyecto estadounidense de resolución del conflicto israelo-palestino. El plan del presidente estadounidense Donald Trump prevé la anexión por parte israelí de más de 130 colonias judías en Cisjordania ocupada desde 1967, así como el Valle del Jordán, que se convertiría en la nueva frontera oriental con Jordania.
Este plan ha sido claramente rechazado por los palestinos, y por diferentes actores internacionales. Según indicó el miércoles la diplomacia jordana, este proyecto podría conducir a “la región hacia más conflictos”.