El chileno Patricio González Gálvez finalmente pudo encontrarse con sus nietos este martes, tras una larga batalla para sacarlos de Siria, donde habían quedado atrapados, luego de la muerte de sus padres, que se encontraban en dicho país tras unirse al Estado Islámico.
Los niños -de entre 1 a 8 años- fueron trasladados el martes desde el campamento al-Hawl al noroeste de Siria, a la provincia de Erbil en Irak, donde finalmente su abuelo pudo reencontrarse con ellos y conocer a los tres más pequeños, quienes nacieron durante la estadía de sus padres en Oriente Medio.
“Han dormido bien, pero el pequeño se despierta muy a menudo, así que yo no he dormido tanto. Tal vez fue un error darles todos los juguetes que tenía para ellos, se volvieron locos”, dijo Patricio González Gálvez a la cadena sueca STV.
El chileno mencionó que a primera vista el hijo mayor es el que parecía más afectado por la experiencia que han vivido.
“Es imposible saber lo que pasa en sus pequeñas cabezas”, declaró a Sverige.
Igualmente, los tres menores serán sometidos a exámenes de ADN para confirmar su parentesco con González Gálvez, debido a que antes del viaje no los conocía.
La historia de estos niños tomó repercusión, luego que su abuelo pidiera ayuda internacional, acusando a Suecia de no trabajar en el rescate de los menores.
Los niños estaban solos en Siria desde principios de este año, tras la muerte de su madre, Amanda Gálvez, en un ataque aéreo. Su padre, Michael Skråmo, un famoso yihadista noruego, había caído en combate en 2018.
La familia abandonó Suecia en 2014 para unirse al Estado Islámico en Siria con sus cuatro hijos. Entonces la pareja tuvo tres hijos más en Medio Oriente. Skråmo abogó por la yihad en varios videos y, a través de ellos, intentó reclutar a más personas para la organización terrorista.
En Chile, la familia de Gálvez ha sostenido que pretenden traer los niños al país para que retomen una vida normal.