El ejército ruso publicó el martes imágenes que presentó como pruebas “irrefutables” de que Estados Unidos ayuda al grupo Estado Islámico en Oriente Medio, pero activistas y usuarios de redes sociales señalaron que incluían una captura de pantalla de un videojuego.
El ministerio de Defensa ruso publicó en sus cuentas oficiales de Twitter y Facebook, así como en un comunicado que recibió la AFP, varias imágenes aéreas en blanco y negro tomadas en la frontera entre Siria e Irak el 9 de noviembre, según el organismo.
Estas suponen “la confirmación irrefutable de que Estados Unidos, al tiempo que finge de cara a la comunidad internacional una lucha implacable contra el terrorismo, garantiza protección a unidades del Estado Islámico”, afirma el ministerio en su comunicado.
Pero la ONG Conflict Intelligence Team (CIT), seguida por varios internautas, vinculó una de esas imágenes con el videojuego bélico “AC-130 Gunship Simulator: Special Ops Squadron”.
Según CIT, otras imágenes proceden de videos difundidos por el ministro iraquí del Interior en 2016, y en ellas se ven bombardeos aéreos de los yihadistas.
La AFP comparó las imágenes adjuntas al comunicado del ministerio ruso con las imágenes del videojuego en YouTube y confirmó el parecido.
El ministerio borró después las imágenes de su cuenta de Twitter y Facebook, señaló que hubo un “error”, y publicó un nuevo paquete de fotos que denominó “prueba irrefutable” de la ayuda de Estados Unidos al EI.
“El ministerio de Defensa está investigando a un empleado civil del departamento que adjuntó las fotos al comunicado del ministerio por error“, según un nuevo comunicado citado por agencias rusas.
La embajada estadounidense en Moscú reaccionó en Twitter diciendo que “Estados Unidos no dedicará tiempo a los reclamos sin sentido del ministerio ruso de Defensa”.
“Tenemos que centrarnos en destruir a nuestro enemigo común y no ponernos a jugar”, añadió.
El ejército ruso, que interviene en Siria en apoyo al régimen de Bashar al Asad, ha acusado a Washington de “hacer como si” combatiera a los yihadistas con el objetivo de “complicar” el avance de las tropas gubernamentales, algo que el Pentágono rechaza de plano.