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La líder de la extrema derecha francesa Marine Le Pen y otros ocho eurodiputados de su partido fueron declarados culpables este lunes por desvío de fondos del Parlamento Europeo.

La fiscalía pidió cinco años de cárcel en su contra, tres de ellos exentos de cumplimiento, 300.000 euros de multa y cinco años de inhabilitación con carácter inmediato.

Finalmente, el Tribunal Correccional de París determinó cuatro años de prisión, dos de ellos firmes que puede cumplir con brazalete electrónico, 100.000 euros de multa y a cinco años de inhabilitación con aplicación inmediata.

La pena pone en jaque su futuro político y su intención de presentarse a las elecciones presidenciales de 2027, para las que aparecía como la principal favorita en los sondeos.

La presidenta del tribunal consideró probado el desvío de fondos entre 2004 y 2016 y calificó de “ficticios” los contratos de doce de los asistentes parlamentarios de los diputados europeos del partido en las tres últimas legislaturas.

Señaló que, aunque estaban a sueldo de la Eurocámara, en realidad trabajaban para el partido.

En total, la presidenta cifró en 2,9 millones de euros el dinero desviado, de los que 474.000 euros son imputables a Le Pen, que hizo pasar como asistentes parlamentarios a su guardaespaldas, Thierry Légier, y a su secretaria personal, Catherine Griset.

La sentencia considera que el sistema puesto en marcha por el partido “no condujo a un enriquecimiento personal” de los eurodiputados, pero sí “un confort de vida de los dirigentes del partido y un enriquecimiento del mismo”.