El actual presidente de Croacia, Zoran Milanovic, ha sido el candidato más votado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo en Croacia con un 49,12 por ciento de votos, muy por delante de Dragan Primorac, que ha logrado un 19,38 por ciento, según datos oficiales de la Comisión Electoral del Estado (CES) correspondientes al 99,59 por ciento del escrutinio.
Estos resultados suponen sin embargo un revés para Milanovic, ya que las encuestas le daban un apoyo aún mayor que el que finalmente ha obtenido. La legislación electoral establece que si ningún candidato consigue el 50 por ciento de los votos, los dos más votados deberán enfrentarse en una segunda vuelta, que se celebrará el 12 de enero.
Milanovic, quien fue primer ministro entre 2011 y 2016, cuenta con el apoyo del opositor Partido Socialdemócrata de Croacia (SPD) para lograr un segundo mandato, mientras que Primorac está respaldado por el partido conservador Unión Democrática Croata (HDZ), que actualmente lidera el gobierno del país.
Otros seis candidatos concurrían a estos comicios, pero ninguno tenía opciones reales de alcanzar la segunda vuelta. Los más destacados han sido la derechista independiente Marija Selak-Raspudic y la candidata del partido ecologista de izquierda Mozemo, Ivana Kekin. Ambas han obtenido un 8 por ciento de votos.
La Presidencia de Croacia es un cargo no del todo ceremonial: su voz tiene cierto peso en política exterior y defensa, y actúa como comandante en jefe del Ejército.
El actual jefe de Estado es crítico de la intervención occidental a favor de Ucrania en su guerra con Rusia, aunque también ha condenado sin paliativos la invasión de las fuerzas de Moscú.
La campaña ha estado marcada por el escándalo de corrupción que ha costado el cargo al ya exministro de Sanidad, Vili Beros, cesado por Plenkovic el pasado mes de noviembre poco después de que fuera detenido en medio de una investigación por supuesta corrupción que ha salpicado también a funcionarios y médicos.
La detención de Beros tuvo lugar en el marco de una redada en su vivienda en Zagreb, la capital, a medida que la Oficina para la Eliminación de la Corrupción y el Crimen Organizado de Croacia (USKOK) investiga un entramado de corrupción que afecta a políticos y hospitales de todo el país.