El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto el martes para introducir cambios en la doctrina nuclear del país, lo que ya había adelantado en septiembre pasado.
Para muchos, el momento elegido para oficializar las modificaciones no fue casual: ocurrió apenas dos días después de que Joe Biden, mandatario norteamericano, autorizara a Ucrania a usar los misiles de largo alcance entregados por EE.UU para atacar territorio ruso.
Cabe destacar que la doctrina nuclear rusa es la política estatal del Kremlin que define en qué casos, y con qué fines, Rusia utilizará este tipo de armamento.
El documento remarca que la decisión sobre el uso de armamento nuclear “la toma el presidente de la Federación Rusa”, en alusión a Putin, quien además es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
Dentro de los aspectos más relevantes está el hecho de que Moscú considerará “ataque conjunto” la agresión de un país que carezca de armamento atómico, pero que tenga el respaldo -sin importar si implica o no su participación directa- de una potencia nuclear.
Así, amplía la categoría de alianzas militares contra las que Rusia aplicará su estrategia de disuasión nuclear.
“La agresión de cualquier Estado perteneciente a una coalición militar (bloque, alianza) contra la Federación de Rusia y (o) sus aliados es vista como una agresión de la coalición en su conjunto”, indica.
Pese a que desde el Kremlin lo han negado, estas cláusulas han sido tomadas como una advertencia hacia Estados Unidos y la OTAN.
En una rueda de prensa del 28 de septiembre, se le preguntó precisamente al ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, si los cambios en la doctrina nuclear rusa eran una señal para Occidente.
“El Presidente Vladímir Putin lo ha dicho todo. Todo está claro y no requiere comentarios adicionales”, respondió en aquella oportunidad.
“Cuando decimos algo públicamente, especialmente el presidente Vladímir Putin, suponemos que lo oyen quienes están interesados en nuestros planteamientos. Cómo lo entienden, no me corresponde a mí juzgarlo”, agregó.
“Cuando finalmente quede claro si dan permiso a Ucrania para utilizar las armas de largo alcance, entonces veremos bien cómo han entendido lo que han oído”, advirtió.
A su vez, mediante el documento aprobado por Putin, Rusia podría recurrir a las armas nucleares ante un “ataque masivo” con aviones, misiles de crucero, hipersónicos y otros aparatos no tripulados que violen su espacio aéreo, siendo la primera vez que se incluye en este apartado a los drones.
Tal como detalla la BBC, estos dispositivos aéreos han afectado profundamente la manera en que se combate. Phillips O’Brien, profesor de Estudios de la Guerra de la Universidad St. Andrews, en Escocia, mencionó al citado medio que éstos “han vuelto el campo de batalla mucho más transparente”.
A modo de ejemplo, los drones de vigilancia pueden detectar el movimiento de tropas o los preparativos para un ataque por parte del enemigo.
“Todo se puede detectar a no ser que esté muy encubierto. Significa que no puedes reunir tanques y otro armamento para una avanzada sin que sean golpeados”, indicó.
El The New York Times consigna que otro de los cambios que incorpora la nueva doctrina nuclear rusa es que reduce el umbral en el que el Kremlin podría considerar el uso nuclear en respuesta a un ataque con armas convencionales.
Y es que mientras la doctrina publicada en 2020 estipulaba que un ataque de ese tipo debía amenazar “la existencia misma del Estado”, la nueva sitúa ese umbral en una “amenaza crítica” para la soberanía del país gobernado por Putin.
“En cuanto a las amenazas de Rusia de aplicar armas nucleares, nosotros ya llevamos más de 1000 días, casi tres años, en esta guerra. Al principio no nos daban más que dos semanas para sobrevivir y que después deberíamos caer, pero seguimos luchando, seguimos resistiendo y en este tiempo hemos escuchado muchas amenazas de diferente tipo”, dijo a BioBioChile el embajador de Ucrania en Chile, Yurii Diudin.
“Hemos traspasado tantas líneas rojas dibujadas por Putin que ya no hay más, o sea, esta retórica belicista es más para amedrentar no a los ucranianos, porque ya después de lo que pasamos ya no hay más miedo, sino que para asustar a países occidentales que prestan ayuda a Ucrania”, sostuvo.
“Si lo hubiera querido, (Putin) hace mucho tiempo ya habría utilizado armas nucleares. No las utilizó, no creo que las vaya a utilizar ahora”, puntualizó.
En cuanto al ataque ruso con un misil hipersónico, Diudin explicó que no tenía ojiva nuclear. “Es más una demostración del poderío que supuestamente tiene Rusia para hacernos negociar nuestros territorios, cosa que no vamos a aceptar”, lanzó.
“Es una advertencia, pero no exactamente a Ucrania. Puede ser interpretada como una advertencia a países occidentales, a países que que apoyan a Ucrania y los demás, pero Rusia también sabe que la cosa nuclear es un juego muy peligroso, porque las potencias nucleares de Europa como Francia, Reino Unido y Estados Unidos ya le advirtieron que no se puede usar armas nucleares”, planteó.
“Pero no solamente a ellos: la India y China, que tienen armas nucleares, también le avisaron a Putin que no se puede, que no se le ocurra usar armas nucleares en el siglo XXI. Así que es más, digamos, una amenaza, pero no creemos que realmente vaya a utilizar ese tipo de armas”, aseveró.