Ucrania ha utilizado por primera vez los misiles de largo alcance Storm Shadow, suministrados por el Reino Unido, según informaron este miércoles medios británicos.
Los restos de uno de los misiles se encontraron en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania, según publicó un canal militar ruso en Telegram, con fotografías que lo identificaban como uno de los artefactos británicos, informa el diario Financial Times.
El reportado uso de los Storm Shadow en Rusia se registra un día después de que Moscú confirmara que misiles estadounidenses ATACMS de largo alcance habían sido lanzados contra su territorio.
La Agencia EFE se puso en contacto con un portavoz del Ministerio británico de Defensa, que no confirmó ni desmintió la noticia: “En este momento, no vamos a comentar, pero les informaremos cuando haya novedades”.
Por su parte, Downing Street -oficina del primer ministro británico- tampoco se expresó de forma oficial al respecto y, en línea con su política habitual, se negó a comentar cualquier cambio en la política sobre permitir a Kiev el uso de misiles de largo alcance en Rusia.
El uso de los misiles Storm Shadows por parte de Ucrania y de los misiles Scalp equivalentes de Francia se discutió -en conversaciones informales- entre funcionarios occidentales al margen de la cumbre del G20 en Río de Janeiro esta semana, según indicaron fuentes presentes en las conversaciones al ‘Financial Times’.
Preocupación por posible ataque de Rusia en respuesta contra Ucrania
Cabe mencionar que, por otro lado, existe preocupación tras la ofensiva ucraniana perpetrada ayer con misiles estadounidenses ATACMS contra territorio ruso.
Recordemos que tras dicho ataque, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ratificó la aprobación de la renovada doctrina nuclear rusa (reformada en septiembre), que plantea que una ofensiva como la de Kiev significa un cambio “en la naturaleza del conflicto”, ya que entraría tanto EE.UU como la OTAN en la guerra.
Según la nueva normativa rusa, ante ataques convencionales como los de Kiev y que puedan amenazar la soberanía de Rusia y Bielorrusia, el Kremlin se permite responder con armamento nuclear, lo que en este caso sería un posible ataque contra Ucrania. Esto mantiene la incertidumbre sobre si Moscú cumplirá o no esta vez con sus amenazas previas.
“Si hay un lanzamiento de misiles de largo alcance desde Ucrania hacia el territorio ruso quiere decir que estos son operados por expertos militares de Estados Unidos. Consideramos que se trata de una nueva fase de la guerra de Occidente contra Rusia y reaccionaremos en consecuencia”, se limitó a decir ayer desde Brasil el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, posterior a la cumbre del G20 celebrada en Río de Janeiro.