La periodista española Cristina Fallarás enfrentó este sábado el cierre temporal de su cuenta de Instagram, plataforma en la que comparte testimonios anónimos de mujeres víctimas de violencia de género.
Esta suspensión ocurrió apenas días después de que Fallarás publicara un testimonio anónimo de una mujer que afirmaba haber sido víctima de abuso por parte de un político español.
Aunque el mensaje no incluía el nombre del acusado, su publicación coincidió con la renuncia de Íñigo Errejón, portavoz parlamentario del partido Sumar, quien dimitió y entregó su escaño el jueves tras reconocer los hechos.
Una plataforma de visibilización
La cuenta de Fallarás, la cual a la fecha contiene miles de relatos de mujeres sobre abusos y violencia de género, se ha convertido en un espacio seguro para quienes buscan visibilizar sus experiencias de forma anónima.
Sin embargo, al intentar acceder a su cuenta este sábado, Fallarás recibió un mensaje de Meta, la empresa matriz de Instagram, indicando que su perfil había sido suspendido por infringir las normas comunitarias de la plataforma.
La suspensión generó una ola de apoyo hacia la periodista, quien apeló de inmediato la decisión y expresó su preocupación de perder el archivo de testimonios acumulado.
Horas más tarde, Instagram reabrió la cuenta de Fallarás y la directora de Meta en España se comunicó con ella para pedirle disculpas. Según la periodista, el cierre se debió a un “aluvión de denuncias” de usuarios, aunque la empresa finalmente resolvió reactivar la cuenta.
Cabe mencionar que las denuncias que la periodista española publica en su cuenta son siempre anónimas, y no revelan ni el nombre de la víctima ni del victimario.
No es la primera vez
Según recogió El País, esta no es la primera vez que Meta cierra la cuenta de Instagram de la periodista. En marzo de este año, la plataforma también la suspendió por presunta “publicación de contenidos indebidos”, aunque luego la reactivó tras una protesta masiva que alcanzó instancias de la Unión Europea.
Para la periodista, estas suspensiones representan un “ataque contra la voz de las mujeres” y cuestionan la efectividad de los sistemas automatizados de Meta, que frecuentemente interpretan testimonios sobre violencia de género como violaciones a sus normas comunitarias.
El caso ha reavivado el debate sobre el papel de las redes sociales en la difusión de denuncias de violencia de género. La renuncia de Errejón —figura clave de la izquierda española y uno de los fundadores de Podemos— ha acentuado la tensión, pues el partido Sumar, al que él representaba, aseguró que inició una investigación tras las acusaciones que se difundieron en redes sociales.
Fallarás, quien desde 2016 ha impulsado el hashtag #Cuéntalo para que las mujeres visibilicen sus historias de abuso, manifestó que seguirá adelante con su labor de dar voz a las víctimas.