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Rusia continúa su avance en Ucrania al conquistar Zhelanne Drugue en la región de Donetsk, tras la toma de Vugledar, sumando así un 18% del territorio ucraniano. La ofensiva mecanizada rusa no encuentra resistencia por parte de las fuerzas de Kiev, y expertos prevén que el próximo objetivo sea Pokrovsk antes del invierno. La velocidad de las conquistas rusas en el Donbás es la mayor desde el inicio de la campaña militar, mientras que la escasez de personal para defender posiciones preocupa a las fuerzas ucranianas.

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Rusia anunció este sábado que conquistó otra localidad en la región de Donetsk, en su avance hacia el bastión de Kurajove, su próximo objetivo tras la toma esta semana de Vugledar. Según el parte de guerra del Ministerio de Defensa ruso, se trata del pueblo de Zhelanne Drugue, que se encuentra a escasos kilómetros de Kurajove.

Zhelanne Drugue tenía apenas 240 habitantes antes de la guerra, pero su control confirma que la actual ofensiva mecanizada rusa en Donetsk no puede ser frenada por las fuerzas de Kiev.

Además de Vugledar, el mayor éxito militar ruso en más de seis meses, Moscú tomó esta semana otras cuatro localidades de menor relevancia en Donetsk.

Rusia ocupa el 18% del territorio ucraniano

“Gracias a una acción activa y decisiva, las unidades del grupo de tropas Sur liberaron el pueblo de Zhelannoye Vtoroye”, indicó el Ministerio de Defensa, usando el nombre ruso de la localidad. Este pueblo se encuentra al sureste de la ciudad de Ukrainsk, que el ejército ruso capturó a finales de septiembre.

Con esta nueva conquista, Rusia ocupa actualmente el 18% del territorio que Ucrania tenía antes del inicio de la guerra.

Ahora, el objetivo principal de la ofensiva que Moscú lanzó en octubre de 2023 contra el Donbás es Pokrovsk, al alcance de la mano de las tropas rusas antes de la llegada del crudo invierno, de acuerdo con expertos occidentales.

Según reconoce la prensa estadounidense, las tropas rusas están tomando territorios a una velocidad que no se veía en el Donbás desde el comienzo de la campaña militar.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, vinculó la retirada de Vugledar con la imposibilidad de golpear objetivos en territorio ruso con misiles de largo alcance occidentales. Sin embargo, fuentes militares ucranianas, citadas por Deutsche Welle, consideran que el verdadero problema es la acuciante escasez de hombres para defender las posiciones en diferentes sectores del frente.