El Tribunal Superior británico declaró este lunes legal la prohibición impuesta con urgencia el pasado mayo por el anterior Gobierno conservador a la prescripción a menores de edad de medicamentos bloqueadores de la pubertad.
La jueza desestimó así la demanda de la organización de defensa de las personas transgénero TransActual y de un particular no identificado, al considerar que el Ejecutivo actuó legítimamente al recurrir a una orden de emergencia para prohibir la receta de esos fármacos en clínicas privadas y la Sanidad pública en Inglaterra.
La entonces ministra de Sanidad, Victoria Atkins, anunció el 29 de mayo que ya no se podían prescribir a jóvenes con disforia de género esos productos que detienen el desarrollo hormonal, después de que un informe oficial pusiera en duda su seguridad y eficacia.
Al comunicar este lunes su fallo, la magistrada dijo que la decisión se tomó conforme a la normativa y apuntó que “requirió una evaluación compleja y multifactorial, que conllevó la aplicación de un criterio clínico y la ponderación de los riesgos y peligros”.
El colectivo trans teme que el nuevo Gobierno laborista, ganador con mayoría absoluta de las elecciones del 4 de julio, mantenga ese veto contra los bloqueadores de pubertad de forma indefinida y considera que causará un daño irreparable a los jóvenes que quieren transicionar.