Un avión de combate Su-27 de la Fuerza Aérea de Rusia interceptó este miércoles un avión de reconocimiento estratégico y dos cazas de las Fuerzas Armadas de Reino Unido que sobrevolaban el mar Negro.
En concreto, la aeronave rusa siguió a dichos aviones hasta que tomaron rumbo contrario, impidiendo lo que Moscú teme sería una violación de la frontera.
“Los medios rusos de control sobre el espacio aéreo sobre el mar Negro detectaron objetivos aéreos que se acercaban a la frontera estatal de la Federación Rusa“, denunció el Ministerio de Defensa de Rusia, en un comunicado en el que confirmó que el Su-27 fue enviado a la zona para interceptar las aeronaves británicas.
Según relató la cartera de Defensa rusa, cuando el Su-27 se acercó a los tres aviones británicos, estos maniobraron para cambiar su rumbo y volar en sentido contrario.
Tras esto, dichas aeronaves se alejaron de la frontera rusa, mientras que el caza ruso regresó “sano y salvo” al aeródromo desde el que despegó.
Así las cosas, las autoridades rusas recalcaron que el vuelo del Su-27 se realizó en estricta conformidad con las normas internacionales sobre el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales.
Según Rusia, su caza no ha cruzado la ruta de los aviones franceses ni se ha acercado de forma peligrosa a ellos.
Rusia ha informado ya en otras ocasiones acerca de varias situaciones de este tipo. Esto, especialmente desde el inicio de la invasión de Ucrania, iniciada por orden del líder del Kremlin, Vladimir Putin, hace ya cerca de dos años y medio. Hasta la fecha, ninguno de estos incidentes ha tenido mayores consecuencias.