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En Francia, el presidente Emmanuel Macron ha generado un ambiente político tenso al anunciar que dejará para mediados de agosto la designación de un primer ministro, aprovechando la celebración de los Juegos Olímpicos de París, lo que ha causado indignación en la izquierda que proponía a Lucie Castets como candidata para el cargo. Macron justifica esta decisión debido a la necesidad de centrarse en los Juegos y evitar desórdenes en la transición gubernamental. La izquierda, representada por el Nuevo Frente Popular, muestra su frustración por no poder imponer su elección y critica la postura del presidente al considerar que no respeta el resultado de las elecciones legislativas, instando a Macron a aceptar su programa o renunciar.

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Un tenso ambiente político se vive en Francia, luego que el presidente Emmanuel Macron anunciara que se tomará hasta mediados de agosto, cuando terminen los Juegos Olímpicos (JJ.OO) de París, para nombrar a un primer ministro, desatando la indignación de la izquierda que propuso a Lucie Castets como candidata para la jefatura de Gobierno.

En concreto, tras casi 3 semanas de negociación el mandatario decidió dilatar el proceso debido a la cita olímpica que tendrá lugar desde este miércoles y cuya inauguración se realizaré el viernes.

“Hasta mediados de agosto nos centraremos en los Juegos y luego nombraré un primer ministro (…). No estamos en la situación de poder cambiar las cosas porque eso crearía un desorden”, sostuvo Macron en una entrevista televisada.

Se trata de las primeras declaraciones ante la televisión que da el presidente después de las legislativas anticipadas (30 de junio y 7 de julio pasado), convocadas el 9 de junio por la clara victoria de la ultraderecha en las europeas.

Francia: la izquierda y su frustrada elección de Lucie Castets

Una hora antes de la aguardada entrevista de Macron en France 2, el izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) había presentado a la alta funcionaria del Ayuntamiento parisino Lucie Castets, de 37 años, como candidata consensual a dirigir el Gobierno.

“La cuestión no es esa”, respondió el presidente cuando le preguntaron sobre la idoneidad de Castets, cofundadora también de la asociación ‘Nuestros Servicios Públicos’, que defiende la educación, sanidad y la vivienda públicas.

En un régimen presidencialista como el francés, Macron tiene la potestad de nombrar a la jefatura de Gobierno, una decisión que tradicionalmente ha sido acorde con las mayorías en la Asamblea Nacional.

Aunque el NFP logró la victoria, el jefe de Estado considera que esta no es lo suficientemente amplia para poder dirigir el país de manera estable.

“Nadie puede aplicar su programa”

Actualmente, la alianza progresista dispone de unos 200 diputados, por delante del grupo macronista (160), y del ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen (140). Son cifras aproximadas en función de diputados independientes, pero de ideología similar a esos grupos.

Para Macron, la lección de las legislativas es que “nadie puede aplicar su programa”. Por esto, instó a las fuerzas que montaron un cordón sanitario contra el RN en las legislativas (el NFP y el centro macronista, sobre todo, junto a la derecha conservadora) a trabajar juntos.

“La cuestión es qué tipo de mayoría puede haber en la Asamblea para que un gobierno francés pueda aprobar reformas, aprobar presupuestos del Estado y hacer avanzar el país”, se interrogó.

Izquierda a Macron: “O nos aceptas o te vas”

A tres días de que los Juegos Olímpicos den su pistoletazo de salida en París, el mandatario puso como ejemplo cómo en la organización de este evento cooperaron una alcaldía socialista, una región con presidencia conservadora y un gobierno estatal de centro, dando a entender que desea un Ejecutivo similar.

Los líderes del NFP, que engloba La Francia Insumisa, socialistas, comunistas y ecologistas, reaccionaron con indignación a las declaraciones de Macron.

“El presidente niega el resultado de la elección y nos quiere imponer, a la fuerza, un nuevo frente republicano y obligarnos a renunciar a nuestro programa al aliarnos con él. No lo haremos. Respeta el voto de los franceses. O nos aceptas o te vas“, clamó Jean-Luc Mélenchon, líder del contestatario La Francia Insumisa, la fuerza mayoritaria de la izquierda.

“Cuando convocas unas elecciones que pueden terminar en el caos, respetas los resultados. La negación es la peor de las políticas, esa que lleva a la política del desastre”, dijo, por su parte, el líder socialista, Olivier Faure.