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La ONU indicó que probablemente el hospital infantil de Kiev fue atacado por un misil aire-tierra y no por un proyectil de sistema antiaéreo, como afirmaba Rusia. La directora de la Misión de Observación de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Ucrania señaló que hay una alta probabilidad de que Rusia esté detrás del ataque, que causó la muerte de cuatro niños y dos adultos. Las imágenes de video muestran el impacto directo del misil en el hospital, especializado en tratar a niños con cáncer y enfermedades renales. El presidente ucraniano instó a no guardar silencio y responsabilizó a Rusia por estos crímenes, mientras el Kremlin negó haber atacado objetivos civiles, argumentando que fue un misil antiaéreo ucraniano el causante de la destrucción.
La ONU indicó que el Centro Pediátrico Okhmatdyt de Kiev destruido el lunes probablemente fue atacado por un misil ruso y no por un proyectil de sistema antiaéreo ucraniano, como había planteado Rusia.
En una rueda de prensa para los medios acreditados ante la ONU en Ginebra, Danielle Bell, directora de la Misión de Observación de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Ucrania (HRMMU, por sus siglas en inglés), señaló que hay “una alta probabilidad” de que Rusia haya estado detrás del ataque contra el recinto médico.
“El análisis de las grabaciones de vídeo y las valoraciones hechas en el lugar del incidente indican una alta probabilidad de que el hospital infantil sufriera un impacto directo, en lugar de daños debido a un sistema de interceptación”, señaló.
A su vez, Bell indicó que “los factores sugieren la probabilidad de que fuera un misil aire-tierra Kh-101”, según consigna Europa Press, añadiendo que estas conclusiones se desprenden de las “imágenes de video que muestran la especificación técnica del tipo de arma que se usó”.
“Muestra el arma impactando directamente el hospital, en lugar de ser interceptada en el aire”, consignó, explicando que el experto militar de la misión visitó el lugar del ataque, en donde “observó daños en el lugar consistente con un impacto directo”.
Bell remarcó que el centro pediátrico se especializa en el tratamiento de niños con cáncer y enfermedades renales, detallando que al momento del ataque habían alrededor de 670 niños en el recinto médico.
“El personal había trasladado a los niños a un búnker después de que sonaran las alarmas antiaéreas. De no ser así, la cifra de víctimas sería más alta”, sostuvo. “Esto debe ser investigado”, puntualizó.
La directora de la HRMMU aseguró que el misil destruyó el departamento de toxicología y daño además los departamentos de cuidados intensivos, cirugía y oncología.
La Administración Militar de Kiev confirmó que cuatro niños murieron tras el ataque al hospital infantil, detallando que dos trabajadores adultos también perdieron la vida.
El hecho ocurrió en medio de una serie de ataques rusos en la capital ucraniana registrados el lunes, los que dejaron un total de 27 muertos. Otras once personas fallecieron debido a los bombardeos en las localidades de Kwivi Rig y Dnipró.
“Rusia no puede alegar ignorancia de hacia dónde vuelan sus misiles y debe rendir cuentas plenamente por todos sus crímenes. Contra las personas, contra los niños, contra la humanidad en general”, indicó el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
“Es muy importante que el mundo no guarde silencio sobre esto ahora y que todos vean lo que es Rusia y lo que está haciendo”, enfatizó.
Desde el Kremlin negaron haber atacado objetivos civiles, asegurando que “las múltiples fotos y vídeos publicados desde Kiev confirman unívocamente que las destrucciones fueron ocasionadas por la caída de un misil antiaéreo ucraniano lanzado dentro de la ciudad”.
“Este tipo de histerias del régimen de Kiev suceden siempre en vísperas de cada nueva cumbre de sus patrocinadores de la OTAN”, aseveró la tarde del lunes el Ministerio de Defensa de Rusia, según consigna EFE.
