La noche del 9 de junio, tras el arrasador triunfo de la ultraderecha en las elecciones por el Parlamento Europeo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, decidió disolver la Asamblea Nacional del país y convocó a elecciones legislativas anticipadas.
El mandatario parecía convencido de aquella decisión, pensando que era lo correcto ante una extrema derecha que ganaba terreno a pasos agigantados.
Y es que su partido sufrió una derrota aplastante, ya que la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen obtuvo el doble de votos: 15,2% vs 31,5%, respectivamente.
Pero las elecciones legislativas anticipadas de Francia podrían proporcionar todo menos claridad, y tener efectos financieros en cadena.
El pasado domingo se vivió la primera vuelta de dichos comicios, pero contrario a lo que esperaba Macron y tal como pronosticaban la mayoría de las encuestas, con una participación superior al 65%, el partido lepenista se impuso con amplio margen: casi 34% vs 20,3% (del macronismo).
Tras este resultado, diversos medios y encuestas comenzaron a hablar de una posible mayoría absoluta para el RN de Le Pen. Sin embargo, la líder de la ultraderecha se mantuvo cautelosa.
“Nada está ganado, y la segunda vuelta será determinante para salvar al país de caer en las manos de la extrema izquierda. (…) Necesitamos una mayoría absoluta para que Jordan Bardella sea declarado primer ministro por Emmanuel Macron”, aclaró.
Así surgió la ‘piedra en el zapato’ de la ultraderecha y Le Pen. Que más de 200 candidatos a diputados clasificados se hayan bajado el pasado martes de la carrera por el parlamento significó un obstáculo en el camino de RN, cuando todo marchaba cuesta arriba.
Francia y el históricamente criticado Agrupación Nacional de Le Pen
Anteriormente conocido como Frente Nacional, en 2018 Marine Le Pen revitalizó el partido a Agrupación Nacional, queriendo dejar atrás la sombra de décadas de su padre, Jean-Marie Le Pen, como histórico líder.
Sin embargo, la misma huella de la otrora figura que lideró el partido, hizo que se popularizara por estar ligado a ideas antisemitas, xenófobas, racistas y coloniales.
Actualmente, el partido ha mantenido una estructura de extremo conservadurismo nacionalista, pero el cambio de imagen realizado por Le Pen dio resultados positivos. Esto ha llevado a RN hasta altas instancias en la carrera por el parlamento francés.
El partido Agrupación Nacional es enfático: férreo defensor de endurecer las medidas migratorias, así como simpatizante de que Francia abandone la Unión Europea. No obstante, esto último se ha dejado de presionar en el reciente período.
Esas son algunas de las ideas planteadas por RN. Por eso, tras los resultados del pasado domingo -y tal como sucedió antes de la primera jornada de comicios legislativos- distintas figuras políticas, del espectáculo e incluso deportivas, como Kylian Mbappé, se volvieron a manifestar y llamaron evitar un escenario “catastrófico” para Francia.
Antes de la primera vuelta, Macron incluso advirtió que, eventualmente, si cualquiera de los extremos (ultraderecha o izquierda) llega al poder, existiría el riesgo de una “guerra civil” en el país. Luego, llamó a unirse contra el partido de Le Pen en segunda vuelta.
El ‘sacrificio’ que puso freno a la ultraderecha en Francia
El 2 de julio, 218 candidatos, en una especie de ‘sacrificio’, tomaron la decisión de retirarse de la competencia.
Esto, con el objetivo de ‘bloquear’ a la extrema derecha en su misión por lograr la mayoría absoluta, dejando el camino libre para aquellos candidatos de otros partidos que resultaron mejores en cada uno de los 577 distritos.
Entre los ‘aspirantes sacrificados’ en esta apuesta, se encuentran miembros de izquierda reunidos en el Nuevo Frente Popular (NFP), aliados de Macron y parte de Los Republicanos (conservadores).
Esto estaría teniendo éxito (por el momento). France 24 señala que, según un sondeo realizado por Harris Interactive para el canal ‘M6’ y la radio ‘RTL’, RN quedaría encabezando los resultados, pero lejos de los 289 diputados necesarios para tener la mayoría absoluta.
En resumidas cuentas, si bien el partido de Le Pen lideraría los comicios, al final del día sólo obtendría entre 190 y 200 escaños en la Cámara Baja, de un total de 577.
Este escenario echaría por tierra la posibilidad de una ‘cohabitación’ a favor de RN. Es decir, se descartaría la idea de que el presidente Macron esté obligado a nombrar a un primer ministro de oposición (ultraderechista) para gobernar.
Para los lepenistas lograr la mayoría es fundamental. La figura fuerte para este trabajo sería Jordan Bardella, quien es clave para que el proyecto del partido ultraderechista esté sin bloqueos en el órgano legislativo.
La ‘gran coalición’ toma fuerza
Por su parte, el Nuevo Frente Popular (NFP) lograría 159-183 diputados; mientras que la coalición Juntos por la República, del presidente Emmanuel Macron, obtendría entre 110 y 136 legisladores.
En tanto, el conservador Los Republicanos, alcanzaría entre 30 y 50 escaños en la Asamblea Nacional. Otros partidos y candidatos (regionalistas, independientes diversos) tendrían de 17 a 31 diputados, precisa el sondeo realizado para el canal M6 y la radio RTL.
De acuerdo con EFE, si esos resultados se confirman en la vuelta del domingo, la única opción de gobernabilidad en Francia pasaría por el definido “frente republicano” o “gran coalición”, que reúne a todos los partidos menos a la ultraderecha.
La ultraderecha podría acercarse de igual forma a la mayoría absoluta, pero solo si se aliara a conservadores, algo a lo que Marine Le Pen -según expertos- sería poco probable se apegue.
Francia: ultraderecha de Le Pen “muy lejos de obtener la mayoría”
En conversación con BioBioChile, el director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae, Alberto Rojas, afirmó que “la Agrupación Nacional de Le Pen crecerá “bastante en la Asamblea después de esta segunda vuelta”.
No obstante, advirtió que “van a estar muy lejos de obtener la mayoría necesaria para transformarse en gobierno”.
Lo anterior, ya que “tal como lo hemos visto en elecciones anteriores, frente a la amenaza de Le Pen se crea una especie de frente unido de todos contra Le Pen“. Esto, “con el objetivo precisamente de evitar que adquiera mas ‘cuotas’ de poder dentro de la Asamblea”.
“Lo que vamos a ver probablemente van a ser alianzas de distinto tipo, destinadas a darle continuidad a un gobierno distinto a lo que plantea Marine Le Pen, pero claramente con una pérdida importante de escaños de los partidarios de Manuel Macron”, explicó Rojas.
Una señal de ello fue el paso al costado que dieron el pasado martes los más de 200 candidatos a diputados.
“Es un indicador de que en el fondo le están dando espacio a otras opciones capaces de enfrentarse con el movimiento de Marine Le Pen. De esa manera, frenar en gran medida el avance de la ultraderecha en Francia“, destacó.
“Esa es una estrategia, no desesperada, pero sin duda muy categórica y clara en términos de la necesidad o el temor de que Marine Le Pen y todos sus seguidores alcancen mayores cuotas de poder en la Asamblea“, sostuvo Rojas.
‘Gran coalición’ + Macron “serán más que todo el partido de Le Pen”
Además, el observador de Asuntos Internacionales también analizó la idea de un eventual triunfo de la ultraderecha por delante de otros partidos, como la izquierda y el oficialismo de Macron, pero sin la mayoría absoluta.
En ese contexto, hizo énfasis en que la interrogante es “cuánto es lo que ellos (lepenistas) lograrán recabar en términos de escaños en la Asamblea versus el resto de los partidos”.
Para Alberto Rojas no hay duda que lo que consiga la ‘gran coalición’, junto con Macron, “va a ser más que todo lo que saque el partido de Marine Le Pen”.
La cohabitación y el mejor escenario para Macron
En cuanto al escenario más favorable para el presidente Macron, Rojas apuntó a la cohabitación. Es decir, “un presidente de una tendencia política trabajando con un primer ministro de otra tendencia política”.
“Habrá que ver si ese primer ministro eventualmente podría efectivamente venir de las filas de Marine Le Pen o definitivamente serían otros aliados políticos de Macron”, aclaró.
A partir de ello, se asoma el “mejor escenario” para el presidente de Francia, y depende de la “misma dinámica que hemos visto en elecciones anteriores”.
“Es decir, al momento de la segunda vuelta se genera este frente unido: ‘todos contra Marine Le Pen’“, subrayó.
“Es la única forma de cerrarle el paso a una mayor cantidad de escaños”, recalcó el académico.
No obstante, Rojas precisó que tras todo este proceso, “Macron puede que pierda mucho de su poder político en términos de la Asamblea, en términos de su arrastre”.
Dudas en RN: un Bardella que no quiere ser primer ministro sin mayoría
Ante los medios, Marine Le Pen dijo que la ‘gran coalición’ trae consigo “la supresión de la propiedad privada”, “la legalización de los (inmigrantes) clandestinos” o “la Unión Soviética económica”.
Ello, denunciando al ‘frente unido’ creado en contra de su parte, que reafirma “tiene el único objetivo de impedir -y bloquear- que la Agrupación Nacional tenga la mayoría absoluta”.
En tanto, Jordan Bardella, candidato de la extrema derecha y carta fuerte para representar a la ultraderecha como primer ministro de Francia, se mostró disconforme con la idea de asumir el cargo sin obtener la mayoría absoluta. Esto, ya que no quiere ser “el colaborador del presidente” ante una Asamblea Nacional posiblemente bloqueada.
Ultraderecha y ¿una salida para una Asamblea bloqueada en Francia?
Hasta ahora, los partidos se han abstenido de sugerir cómo reaccionarían ante una Asamblea Nacional sin mayoría. Según señala DW, Marine Le Pen se habría abierto a celebrar elecciones anticipadas, ya que habría llegado el momento.
Pese a ello, el presidente Macron no está obligado a dimitir. Al respecto, no hay un panorama claro ante una Francia con su Asamblea bloqueada, lo que sólo sería posible evaluar posterior a las elecciones.
En tanto, Le Pen continúa defendiendo las polémicas campañas realizadas por los miembros de sus partidos, quienes han tenido comportamientos o declaraciones racistas, sexistas u homófobas. Esto ha generado que la economía pase a segundo plano por el momento, mientras corre la cuenta regresiva para la segunda vuelta legislativa en Francia.