Actualmente y hace ya bastante tiempo, Volkswagen se ha posicionado como una de las marcas de vehículos más reconocidas alrededor del mundo. Una compañía que no sólo ha dedicado sus esfuerzos en posicionarse como una de las principales potencias económicas a nivel automotriz, sino que ha apostado por luchar por los derechos de la comunidad LGBT.
Una batalla que contrasta con su controversial pasado y que no muchos conocen; uno que lo vincula directamente con Adolf Hitler. ¿Cómo Volkswagen ha pasado de estar estrechamente vinculado con los nazis a convertirse en un referente en la lucha por los derechos y la igualdad?
El auto del pueblo… nazi
Volkswagen fue creada en 1937, en pleno Tercer Reich, por el Frente Alemán del Trabajo, una organización ‘sindical’ alemana que nació después de que el gobierno nazi eliminara de raíz los sindicatos tradicionales.
Todo comenzó un año antes, cuando Adolf Hitler quedó impresionado ante el diseño de lo que sería el primer modelo de esta compañía de automóviles. La idea era lanzar al mercado “el coche del pueblo” -‘volkswagen’ en alemán- y el proyecto se encontraba a cargo del ingeniero Ferdinand Porsche, quien no defraudó a su líder supremo.
El 20 de abril de 1939, en el cumpleaños n°50 de Hitler, Porsche le regaló el primer Volkswagen al entonces mandamás alemán y así, con un modelo negro tipo escarabajo, la marca hizo su aparición en el mercado. Gracias a esta escena y a la promesa de la empresa de fabricar más de un millón de autos, una multitud de alemanes se mostraron interesados en adquirir sus vehículos y los reservaron comprándolos a plazo.
Los planes de Volkswagen se vieron frustrados por la guerra y, hasta 1944, la firma sólo había podido producir 630 escarabajos, que fueron entregados en su totalidad a los altos mandos nazis, estafando a miles de alemanes que habían pagado de manera adelantada por sus autos y que nunca los vieron.
Y es que debido a las agresivas políticas del Tercer Reich, en pleno transcurso de la Segunda Guerra Mundial, la compañía dejó de lado el sueño de elaborar “el coche del pueblo” y comenzó a fabricar armas y vehículos de guerra. Con gran parte de los alemanes movilizados en distintos frentes, la mayoría de los empleados de la fábrica eran prisioneros de guerra soviéticos que llegaban desnutridos, es decir, mano de obra esclava, que incluso fue trasladada hasta las oficinas de Austria, para evitar bombardeos.
Tras la caída del régimen nazi, la familia Porsche sufrió varias detenciones para luego, en la década del 50′, salir victoriosos y con una posición envidiable, gracias a un acuerdo con Volkswagen que les otorgaba un 1% de cada escarabajo vendido.
La derrota alemana también supuso la desolación de las más de 300.000 personas estafadas, quienes fueron notificados que sus cuadernos de ahorro ya no valían nada, por lo que sus derechos de compra no existían. El ejército británico era el que había tomado -de manera interina- el control de la fábrica y, en consecuencia, de la empresa que hoy todos conocemos como Volkswagen.
Porsche amasó una fortuna con más de 21,5 millones de unidades del icónico modelo en las carreteras. Además de quedarse con los derechos de importación exclusivos de Volkswagen en Austria, convirtiéndose en la concesión más importante del país. La suerte continuó sonriendo a la familia, con el éxito del deportivo Porsche 365 diseñado por el hijo de Ferdinand, Ferry, que conquistó el mercado estadounidense de los amantes de los autos de lujo.
Setenta años después, el Grupo Volkswagen se consolida como el líder mundial de la industria automotriz, con modelos icónicos como el Escarabajo, Golf y Passat entre los más vendidos de la historia. Se estima que la fortuna de los Porsche ha alcanzado la impresionante cifra de 20.000 millones de euros.
Sobornos con prostitutas
En medio de su ‘crisis’ financiera en 2005, Volkswagen protagonizó uno de los escándalos sexuales más recordados del siglo en Alemania y que volvió a manchar el nombre de la compañía.
A modo de contextualización, la empresa alemana funciona con un 20% de sus acciones controladas por el sistema público, es decir, por el Estado a través de miembros de un consejo federal. Una estructura económica que impide que los altos mandos de Volkswagen tomen decisiones sin que sean aprobadas por estos agentes estatales.
En ese entonces, la cercanía de los directivos de la marca con el gobierno de Horst Köhler -expresidente de la República Federal de Alemania- era más que evidente, con distintos ejecutivos de la compañía ostentando cargos públicos. Sin embargo, el vínculo no duraría demasiado tiempo, ya que a un año de su mandato, Köhler debió pedirle sus renuncias. ¿El motivo? Sobornos y prostitución.
Y es que se reveló públicamente que, debido a la crisis, dichos altos mandos de Volkswagen le pagaron de manera ilegal a varios miembros del consejo federal para que apoyaran y votaran a favor de una serie de polémicas reformas internas y despidos. Pero lo peor no fue eso, sino que la mayoría de estos sobornos se llevaron a cabo con servicios de prostitutas, que por supuesto eran financiados con dinero de la empresa.
Un escándalo que no sólo sacudió a la marca en Alemania, sino que también a nivel internacional, ya que se develó que dichas prácticas fueron repetidas en sus distintas franquicias alrededor del mundo, donde están incluidas en el consorcio marcas de la talla de Audi, SEAT, Škoda, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche y Scania.
Su compromiso con la comunidad LGBTIQ+
A pesar de sumar otras polémicas como en 2015, cuando se dio a conocer que la empresa había alterado los niveles de contaminación emitidos por once millones de vehículos con motor diésel, Volkswagen ha trabajado arduamente, en las últimas décadas, para dejar de lado sus fantasmas del pasado y mostrarse como una marca comprometida con la sociedad moderna.
En ese sentido, la compañía ha luchado por promover la cultura LGBT en los últimos años, con diversas acciones que han sido destacadas a nivel mundial. Y es que, incluso, de acuerdo al Human Rights Campaign (HRC), la firma oriunda de Wolfsburgo se destacó como uno de los mejores lugares para trabajar para la comunidad gay en México.
En 2022 y tras una horda de comentarios homofóbicos luego de un post de la marca en Brasil, Volkswagen reafirmó su compromiso con la causa y publicó distintas publicidades, tanto en redes sociales, medios de comunicación y en autopistas, promoviendo y reivindicando a las parejas homosexuales.
Por su parte, en medio de las polémicas con el Mundial de Qatar 2022 y su bloqueo a distintas muestras de apoyo a la comunidad gay, el consorcio alemán decidió aprovechar su rol como patrocinador de la Eurocopa 2020 y, en plena final entre Italia e Inglaterra, creó un pequeño modelo con los colores de la bandera LGBT, encargado de llevar la pelota al círculo central.
Como propietarios del 100% de las acciones del VfL Wolfsburgo de la Bundesliga, también han llevado al club a sumarse a campañas en pro de la diversidad sexual.
Además, en la tienda oficial de su sitio web, existe una categoría llamada ‘Pride’, que permite comprar distintos productos de la marca personalizados con estilos y diseños LGBT.
La apuesta y evolución de Volkswagen ha dado pruebas de su compromiso con los valores de tolerancia y respeto hacia todas las personas, sin importar su orientación sexual, sabiendo transformar su imagen y dejando atrás su oscuro pasado, apostando por un futuro más inclusivo y diverso.