2024, el año en que medio planeta está, o ha sido llamado ya, a elecciones. Y en esta ola electoral, llega el turno para una de las votaciones más trascendentales en Occidente: los comicios al Parlamento Europeo.
La cita se extiende entre el 6 y 9 de junio. De sus resultados saldrán los 720 eurodiputados que representarán alrededor de 450 millones de personas y definirán las políticas para el conjunto de 27 países para los próximos cinco años.
Las diversas fuerzas políticas en campaña buscan resonar con los intereses y preocupaciones al interior del bloque. Este es el único Legislativo multinacional del mundo elegido por el voto directo de los ciudadanos.
¿Cuántos diputados se eligen por cada país y bajo qué criterios?
Con 720 eurodiputados en total, en esta ocasión se eligen 15 legisladores más que en los comicios anteriores de 2019 debido a la salida de Reino Unido de la Unión Europea y cambios demográficos.
Las pasadas elecciones fueron las últimas en las que el territorio británico participó y desde entonces algunos de los 73 escaños que ostentaba han sido redistribuidos y otros se mantienen en reserva si la Unión Europea (UE) se extiende.
Por norma general, la cifra de diputados se decide antes de la cita electoral cada cinco años y el número total no puede exceder 750 escaños, más el presidente de la Eurocámara.
La cantidad de parlamentarios por cada país se define con base en el principio de proporcionalidad decreciente. Es decir, cada legislador de un país con mayor población representa a más personas que un eurodiputado de una nación pequeña. En este sentido, los territorios más grandes tienen más representantes en la Eurocámara.
Como mínimo, cada Estado miembro puede tener seis diputados y máximo 96.
El país con mayor representación en el Legislativo de la UE es Alemania, con 96 parlamentarios, seguido de Francia, con 81, Italia tendrá en esta legislatura 76, España: 61, Polonia: 53, Rumania: 33, Países Bajos: 31, Bélgica: 22, Suecia: 21, Hungría: 21, Portugal: 21, República Checa: 21, Grecia: 21, Austria: 20, Bulgaria: 17, Dinamarca: 15; Eslovaquia: 15, Finlandia: 15, Irlanda: 14, Croacia: 12, Lituania: 11, Eslovenia: 9; Letonia: 9, Estonia: 7, Chipre: 6; Malta: 6 y Luxemburgo: 6.
¿Cómo se gestiona la votación?
Aunque los 27 eligen un hemiciclo en conjunto, cada país decide los criterios bajo los cuales serán elegidos sus representantes. Así, en España, Alemania, Francia, Hungría, Portugal y Rumania, los candidatos figuran en listas cerradas de los distintos partidos políticos que participan. Por tanto, los votantes no pueden cambiar el orden de preferencia de los aspirantes en cada lista.
Pero en la mayoría de territorios, incluidos Países Bajos, Finlandia, Suecia, República Checa o Austria, entre otros, utilizan el voto preferencial, el cual da a los ciudadanos la opción de indicar sus favoritismos dentro de la lista del partido que elijan. Los aspirantes al Parlamento que reciben la mayor cantidad de sufragios preferenciales tienen más probabilidades de ser elegidos.
Y en el caso de Irlanda y Malta, los ciudadanos enumeran a los candidatos por orden de preferencia, lo que se conoce como voto único transferible.
No obstante, existen bases que todos los Estados miembros deben cumplir: el número de parlamentarios elegidos de un partido político es proporcional al número de votos que recibe, los ciudadanos de la UE residentes en otro país del bloque pueden votar y presentarse a los comicios en ese lugar, cada persona solo puede sufragar una vez, y las votaciones se llevan a cabo durante cuatro días —de jueves a domingo— este año del 6 al 9 de junio.
El 9 será el día en el que la mayor cantidad de Estados voten, pero en algunos la fecha variará. Los primeros en sufragar serán los neerlandeses, en cuyo país las elecciones se celebrarán el 6; Irlanda y República Checa lo harán entre el 7 y 8, Malta y Letonia votarán el 8, Italia hará lo propio entre el 8 y el 9. Y en el caso de Estonia, las urnas estarán habilitadas entre este 3 y el 9 de junio.
¿Cómo se define la composición del Parlamento Europeo?
La organización de los miembros es independiente de las nacionalidades. Los eurodiputados elegidos se agrupan por afinidades ideológicas y políticas, no por país.
Si bien en los comicios participan partidos nacionales, una vez los legisladores son elegidos, la mayoría se integra a movimientos transnacionales. De hecho, la mayoría de fuerzas políticas están afiliadas a una bancada de ámbito europeo.
Cada grupo político debe estar formado por diputados elegidos en al menos un cuarto de los Estados miembros y contar con un mínimo de 23 diputados.
Actualmente, la Eurocámara tiene siete conglomerados políticos:
Grupo del Partido Popular Europeo (Demócratas-Cristianos) o EPP (por sus siglas en inglés)
Congrega a bancadas de centroderecha, europeístas y a algunos diputados sin partido. Entre sus miembros se encuentran el Partido Popular (PP) de España, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania, Los Republicanos de Francia, y Forza Italia. En la actualidad, es la primera fuerza del Parlamento Europeo.
Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (S&D por sus siglas en inglés)
De centroizquierda y segunda bancada del hemiciclo. Agrupa al Partido Socialista Obrero Español, el Partido de los Socialistas de Cataluña, el Partido Socialista de Francia, el Partido Socialista de Portugal y el Movimiento Socialista Panhelénico/Olivo de Grecia.
Renew Europe Group
Se trata de la tercera fuerza de la Eurocámara, conformada por partidos liberales y europeístas, entre ellos Renacimiento —al que pertenece el presidente de Francia, Emmanuel Macron— Italia Viva, y el Partido Democrático Libre de Alemania.
Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (The Greens/EFA)
Movimiento de ecologistas de izquierdas, que acoge a miembros de Europa Ecología de Francia, Esquerra Republicana de Catalunya y Los Verdes de Alemania, entre otros.
Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (European Conservatives And Reformist Group-ECR)
Abarca a partidos de ultraderecha y euroescépticos. Entre ellos, Vox, de España; Hermanos de Italia —al que pertenece la primera ministra de ese país, Giorgia Meloni—; Reconquista de Francia, y Ley y Justicia de Polonia.
Grupo Identidad y Democracia (Identity And Democracy-ID)
Acoge a partidos de derecha y extrema derecha del bloque, como Liga —liderado por el italiano Matteo Salvini, que en su tiempo como ministro del Interior se apersonó de duras políticas contra la inmigración irregular—, Agrupación Nacional, de la líder de la ultraderecha francesa Marine Le Pen, y otros partidos de la extrema derecha de nueve países de la UE.
Grupo de la Izquierda en el Parlamento Europeo (The Left in The European Parliament)
Se trata de la fuerza más minoritaria y concentra a movimientos como La Francia Insumisa— del excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon— Podemos de España, y el Partido Comunista Portugués.
Además, los legisladores pueden elegir no pertenecer a ningún colectivo político, por lo que se agrupan como “no inscritos” (NI).
¿Por qué el Parlamento es crucial para los 27 países?
La Eurocámara tiene funciones trascendentales para todos los Estados miembros, entre ellas la aprobación de la legislación que rige en el bloque —junto con el Consejo de la UE—, el establecimiento y control del presupuesto para las 27 naciones, la inspección democrática de todas las instituciones de la UE.
También promueve los Derechos Humanos dentro y fuera de la Unión, decide sobre acuerdos internacionales, la ampliación de los países que la conforman y es la entidad que representa directamente los intereses de los ciudadanos.
Si bien el Parlamento no legisla solo, ya que las normas surgen de la cooperación entre la Comisión Europea y el Consejo, sí es el órgano que avala o rechaza las normativas que involucran al conjunto de naciones. De hecho, gran parte de las leyes que rigen en el bloque surgen de la UE, más allá de los Legislativos nacionales.
En los últimos años, de la Eurocámara han salido normativas fundamentales como la ley histórica para regular la inteligencia artificial; el recién aprobado Pacto de Migración y Asilo, que apunta a mitigar los flujos migratorios irregulares; el Pacto Verde, un conjunto de disposiciones que busca reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero de la UE en al menos un 55 % con respecto a los valores de 1990, de aquí a 2030.
El Parlamento también ha abierto investigaciones contra los gigantes de las redes sociales por desinformación y ha sido crucial a la hora de marcar posiciones y aprobar fondos de ayuda para Ucrania, frente a la invasión rusa que encara desde hace más de dos años. Una guerra en curso en el continente cuyas consecuencias han tenido impacto a nivel global.
¿Cómo convergen la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo? La primera es el poder Ejecutivo y se encarga de proponer y aplicar la legislación del bloque. Pero son los eurodiputados quienes, junto a los representantes de los gobiernos de los países de la UE, dan forma y deciden las nuevas leyes.
Y el Consejo Europeo representa los intereses de los países y elabora las propuestas de la Comisión que, si las tres instituciones están de acuerdo, son adoptadas.
Por tanto, la Eurocámara es un actor clave sobre el rumbo del proyecto europeo, con gran influencia a nivel mundial.
El Parlamento tiene tres sedes: en Estrasburgo, Francia, se encuentra la sede oficial; en Bruselas, Bélgica, se lleva a cabo la mayoría de las actividades de las comisiones parlamentarias, y en Luxemburgo está la sede de la Secretaría General.
¿Qué procederá inmediatamente después de que terminen las elecciones?
“Los nuevos eurodiputados trabajarán para formar grupos políticos. En su primera sesión plenaria, en la que se reunirán todos los eurodiputados, el nuevo Parlamento elegirá a un nuevo presidente de la institución. En una sesión posterior, el Parlamento elegirá al nuevo presidente de la Comisión Europea y, más adelante, examinará y aprobará a todo el Colegio de Comisarios”, explica el sitio web oficial de la Eurocámara.
Pero, esencialmente, de las votaciones que concluyen el 9 de junio se conocerán las fuerzas e ideologías políticas que puedan tener mayor control en la próxima legislatura.
Con un ascenso creciente de la ultraderecha en distintos países del bloque, estos comicios de 2024 resultan decisivos para el proyecto europeo.