El Gobierno y el partido socialista elogiaron este lunes la “valentía” de Pedro Sánchez para seguir al frente del Ejecutivo español; mientras que la oposición acuso al mandatario de causar un “espectáculo mediático”.
Sánchez comunicó su decisión de seguir al frente del Gobierno, tras el periodo de reflexión que se había tomado de cinco días por acusaciones de tráfico de influencia hacia su esposa.
La vicepresidenta primera del Gobierno español y número dos del partido socialista PSOE, María Jesús Montero, agradeció su “valentía”, “determinación” y “humanidad”, al igual que otros miembros del Ejecutivo.
El PSOE respira aliviado, después de la movilización del partido para pedirle que continuara, con miles de personas concentradas el pasado sábado ante la sede socialista en Madrid.
Su socio en el Gobierno de coalición, la líder de la formación de izquierda Sumar, Yolanda Díaz, le emplazó a “ir más allá” del pacto de investidura y avanzar en una serie de políticas sociales.
Reacciones de la oposición
En cambio, el líder del conservador Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, principal fuerza de oposición, acusó a Sánchez de “tomar el pelo” a los españoles.
“Ha preferido huir hacia delante que dimitir. (…) Su proyecto se acabó y puede prolongar la agonía y la decadencia”, sentenció.
El líder del ultraderechista Vox, Santiago Abascal, advirtió que su continuidad es una “amenaza a todo disidente”, calificando su comparecencia de “indignante”, “victimista” y de ser un “bochorno internacional”.
“Comedia de 5 días”
La formación independentista catalana Junts tachó de “tacticismo electoral” su decisión, ante la proximidad de las elecciones en Cataluña el próximo 12 de mayo y de las europeas en junio.
Una “comedia de cinco días”, indicó, por su parte, el también independentista Esquerra Republicana de Cataluña.
Para el Partido Nacionalista Vasco, “volvemos a la posición anterior”, mientras que para la formación independentista vasca EH Bildu “es el momento de actuar y poner pie en pared ante la derecha reaccionaria”.
Por parte del pueblo español, las opiniones también estaban divididas; el 36,7% pensaba el viernes pasado que Sánchez debería continuar, un 23,6 que tenía que convocar elecciones y un 20,9 que debería dimitir.