11 zonas horarias, tres días oficiales de votación y una previsible victoria. Los ciudadanos rusos acuden a las urnas en todo el país este sábado 16 de marzo, en la segunda jornada de elecciones presidenciales, en las que Rusia denuncia un ciberataque generalizado.
En las últimas horas, en medio de las elecciones en las que el presidente Vladimir Putin se presenta sin rivales de peso, el partido gobernante Rusia Unida señaló que enfrenta un ciberataque generalizado DDoS, de denegación del servicio de internet.
El movimiento oficialista indicó que suspendió servicios no esenciales para repeler la agresión en línea.
Entretanto, una fuente de los servicios secretos ucranianos, citada por la agencia estatal de noticias Ukrinform, aseguró que ciberespecialistas de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania (HUR) están detrás del ciberataque.
Las fuentes señalaron que han bloqueado el sistema de servicios públicos de Rusia, a través del cual se lleva a cabo la votación electrónica en las “elecciones presidenciales”.
“El sitio web de los servicios públicos rusos no funciona. El sistema de votación no funciona. Los ciberespecialistas del HUR eludieron todos los sistemas de protección. Esto continuará hasta el final de la votación”, aseguró en funcionario, cuya identidad no fue revelada.
Asimismo, la fuente ratificó que están llevando a cabo ataques a los servicios electrónicos del partido Rusia Unida.
Las autoridades rusas aseguran que las elecciones se han desarrollado con normalidad y también de manera ordenada. Sin embargo, se han informado de varios incidentes de vandalismo en los colegios electorales. Entre ellos, el uso de bombas incendiarias y también algunas personas que han vertido líquido verde en las urnas.
Los primeros lanzamientos de pintura —como forma de protesta— se presentaron el viernes y parecen ser un homenaje a Alexéi Navalny, que en 2017 fue atacado por una persona que le arrojó desinfectante verde en la cara.
El férreo opositor de Putin murió en una cárcel el 16 de febrero, en Siberia, bajo condiciones que aún se desconocen. Sin embargo, sus simpatizantes apuntan al Kremlin.
Este sábado este tipo de manifestaciones continuaron, según la agencia estatal de noticias rusa Tass, una mujer en la ciudad de Ekaterimburgo, en el oeste de Rusia, intentó arrojar ese líquido, sin éxito.
También se reportó el caso de un jubilado en la región de Altai, en el sur de Siberia, que intentó dañar las papeletas. Ambos fueron detenidos.
Tras informes de vandalismo, algunos legisladores rusos pidieron introducir una nueva ley para castigar a los saboteadores electorales con penas de hasta ocho años de prisión.