El Gobernador de la región rusa de Kursk, Roman Starovoit, anunció que un ataque de drones de Ucrania causó un apagón en cinco ciudades de Rusia y en un hospital.
“En el asentamiento de Belaya, distrito de Belovsky, un dron ucraniano lanzó dos artefactos explosivos sobre una subestación”, según informó Starovoit en su canal oficial de Telegram.
“Uno de los transformadores se incendió. Cinco poblaciones y un hospital quedaron aislados. Los Bomberos acudieron al lugar de los hechos”, dijo.
“El suministro eléctrico se restablecerá en cuanto sea seguro hacerlo”, el gobernador de esta región de Rusia.
Tan solo unos minutos después, esta misma autoridad aseguró que la defensa aérea rusa derribó a diez drones del Ejército de Ucrania.
Es debido a lo anterior que luego advirtió a la población que no se acerque a ellos por “el peligro de que se autodestruyan”.
A finales de agosto, los servicios de Inteligencia británicos manifestaron que los sistemas de defensa aérea de Rusia estarían teniendo “dificultades” a la hora de detectar y destruir drones lanzados por Ucrania.
Lo anterior, antes de hacer hincapié en que “muy probablemente, Rusia está volviendo a pensarse su postura defensiva en la zona entre Ucrania y Moscú para hacer frente de mejor manera a estos ataques”.
De hecho, la misma fuente aseguró unas semanas después que Moscú ya había conseguido “recalibrar la postura” de sus sistemas de defensa aérea.
Esto, en los alrededores de la capital y ante los últimos ataques en el marco de la invasión de Ucrania, desatada en febrero de 2022.