España llega a unas elecciones generales marcadas por la polarización, en las que el socialista Pedro Sánchez intentará revalidar su Gobierno por otros cuatro años más. El presidente del Gobierno español tiene enfrente a la derecha tradicional, representada por Alberto Núñez Feijóo, y a la extrema derecha, encarnada en Santiago Abascal. Por su parte, la coalición de izquierdas Sumar, liderada por Yolanda Díaz, aspira a sumar los suficientes apoyos para reeditar la coalición gobernante con el partido de Sánchez.
Las elecciones generales del 23 de julio en España prometen ser decisivas con un oficialismo centroizquierdista que pierde terreno frente al Partido Popular (PP) y a la extrema derecha de Vox.
Estos comicios generales fueron convocados por el presidente Sánchez después de que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tuviera un mal resultado en las elecciones del pasado 28 de mayo.
Los socialistas obtuvieron el 28,12% de los sufragios y fueron reemplazados por Alberto Núñez Feijóo como la primera opción con el 31,53%.
Los populares, como se conoce a los miembros del PP, les arrebataron a los socialistas casi todas las alcaldías de las principales ciudades del país.
Entre ellas están Sevilla, Murcia, Castellón, Palma y Valencia, mientras que en Madrid, Granada y Málaga ganaron con mayorías absolutas.
Sin embargo, el panorama no parece ser tan desalentador para el Gobierno,según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Además, según el CIS, Sumar se situará en tercer lugar (43 a 50 diputados), lo que mantendría las opciones de gobierno para el bloque progresista.
Con este panorama, estos son los cuatro candidatos con más opciones para la presidencia del Gobierno español:
Pedro Sánchez, el presidente de las crisis
La reputación de Pedro Sánchez como un tomador de riesgos le precede, pero las elecciones nacionales anticipadas representan la mayor apuesta política del presidente español hasta el momento.
El movimiento audaz tomó por sorpresa a los principales miembros del PSOE, según las fuentes cercanas a la Moncloa.
La posición del PSOE en las encuestas de opinión ha mejorado desde entonces, pero cuando comenzó la campaña electoral todo cambió.
“Pedro Sánchez es un jugador. Esta es una apuesta con el único objetivo posible de minimizar las eventuales pérdidas, como ceder ante la derecha a finales de año”, comenta el politólogo Pablo Simón de la Universidad Carlos III.
Una apuesta que no es la primera que Sánchez toma como presidente del Gobierno español.
La economía sintió la crisis con una caída récord en 2020, pero tuvo un sólido repunte entre 2021 y 2022 gracias a miles de millones en fondos de rescate de la UE.
Después de alcanzar un máximo de casi el 11% hace un año, la inflación se desaceleró por debajo del 2% en junio, uno de los niveles más bajos de Europa.
Sánchez suele destacar frente a sus contradictores que España es uno de los pocos países europeos que ha controlado la inflación bajo del objetivo del 2%.
En febrero de 2022, mes de la invasión de Rusia a Ucrania, la inflación alcanzó el 7,6% después de llevar ya un año de aumento.
La guerra en Ucrania hizo flaquear aún más la economía española, que en julio de 2022 llegó a su peor momento desde la crisis del petróleo de los años 80.
Los principales afectados fueron los ciudadanos de a pie con la reducción del poder adquisitivo.
Desde entonces, la inflación ha iniciado una senda de bajada, dándole un respiro a las familias, en parte gracias al abaratamiento de la energía.
Alberto Núñez Feijóo, ¿el mejor candidato de la extrema derecha en las elecciones de España?
Las encuestas de opinión apuntan al PP de Feijóo como el ganador de la mayoría de los escaños en las elecciones, por delante del PSOE de Pedro Sánchez.
Según una encuesta de seguimiento de GAD3 para ABC, el PP va camino de ganar 152 escaños frente a los 109 de los socialistas.
Eso dejaría a Feijóo en la necesidad de formar una coalición con el anti-inmigración y antifeminista partido Vox para lograr una mayoría de 176 escaños en el parlamento.
Esto sería algo histórico. Lo anterior, ya que sería la primera vez que un partido de extrema derecha desempeñaría un papel en el Gobierno desde el regreso de España a la democracia en 1978.
Sin embargo, Alberto Núñez Feijóo hizo un llamado constante a los votantes de derecha para que se decanten por una única opción: los ‘populares’.
Feijóo a pesar de su ideología conservadora, se ha comprometido a abordar los desafíos climáticos que enfrenta el país.
Un discurso cada vez más ambientalista que dista de la negación del cambio climático de Vox.
Preservar el medioambiente y proteger los recursos naturales es cosa de todos.
La lucha contra el cambio climático, la sostenibilidad medioambiental y el agua como fuente de vida y de trabajo son unos de nuestros firmes compromisos.#DíaMundialDelMedioAmbiente pic.twitter.com/WkNqZIva0s
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) June 5, 2023
El plan de gobierno de quien podría ser el sucesor de Sánchez promete implantar 24 medidas centradas en mejorar la atención primaria.
Pero una de sus promesas electorales que ha generado revuelo es modificar la actual ley de aborto.
En cuanto a la economía, el presidente del Partido Popular señala que su programa económico se basa en “la seguridad jurídica, la creación de empleo y la captación de inversión como elementos clave”.
Abascal, la oposición a todas las luchas progresistas
‘Antimusulmán’, ‘antifeminista’, ‘antihomosexuales’, así se define Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha Vox.
En su plan de gobierno, Abascal propone derogar las leyes de violencia de género, aprobada en 2004 por unanimidad.
Sus ideas tajantes causan miedo en ciertos sectores de la población y de la política. En la marcha del orgullo de la comunidad sexualmente diversa en España de este año, se vieron pancartas en contra de Abascal, a quien asocian con el fascismo.
El miedo que genera el líder de Vox podría ser la principal causa de unión de una izquierda fracturada.
Sin embargo, hay una parte de la sociedad española que cansada de la migración irregular y de las constantes crisis del Gobierno está dispuesta a votar por la extrema derecha.
Abascal es tal vez el candidato que más apela al voto latino en España.
Su intención de denunciar a los gobiernos autoritarios asociados a la izquierda en América Latina, como es el caso de Venezuela.
During the 2023 Spanish general election, Vox campaign made an official jingle to promote themselves among Spain's Latin American community. pic.twitter.com/Lh64vvrHYk
— Crazy Ass Moments in LatAm Politics (@AssLatam) July 7, 2023
Abascal, un antiguo miembro del Partido Popular, formó Vox en el año 2013 debido al descontento entre los sectores más conservadores del PP hacia el Gobierno del expresidente Mariano Rajoy, quien no tumbó la ley del aborto e implementó varias medidas liberales durante su mandato.
Se prevé que Vox obtenga 31 escaños superando a Sumar, la plataforma de izquierda liderada por Yolanda Díaz y una potencial aliada del PSOE, que se quedaría con 28 escaños, según la encuestadora GAD3.
Yolanda Díaz, ¿la sorpresa en las elecciones de España?
Tras el retiro de la carrera política de Pablo Iglesias, quien fundó y dirigió Podemos, el auge del movimiento Sumar, liderado por Yolanda Díaz, engulló a los sectores de izquierda: un sinsabor difícil de superar para algunos.
Díaz de 51 años, exmiembro del Partido Comunista y actual vicepresidenta segunda del Gobierno de España así como ministra de Trabajo y Economía Social, es un rostro amable del progresismo español, según el CIS.
Su imagen es la menos desfavorable del Gobierno.
Díaz, ejemplo de conciliación y estrategia política
Casi desconocida hace tres años, Yolanda Díaz saltó a la fama en enero de 2020 al convertirse en ministra de Trabajo.
La popularidad de esta política se basa en la exitosa reforma laboral que ha llevado a cabo durante su periodo como ministra de Trabajo.
Díaz ha sabido moverse con agilidad entre las centrales obreras y la patronal de empresarios, presionando a estos últimos de forma vehemente a la hora de intentar llegar a acuerdos.
Su reforma laboral ha permitido que en España se hayan logrado una cantidad de contratos indefinidos récord, dejando atrás la precariedad laboral y las temporalidades en muchos trabajadores.
La política debe consistir en “llegar y luego poder llegar a acuerdos que cambien la vida de las personas”, no en “hacer ruido y desordenar”.