Cuatro personas, incluyendo dos espías italianos de inteligencia y un exmiembro de las fuerzas de seguridad israelíes, murieron al volcar el domingo una embarcación turística en el Lago Mayor, en el norte de Italia.
El domingo 28 de mayo, el tiempo en el norte de Italia era malo, con avisos de tormentas y temporales en el Lago Mayor (el sur de los Alpes). Además, se dice que el capitán italiano de la embarcación se resistía a soltar amarras.
Al final, aceptó llevar a 21 personas a pasar el día en el lago, a pesar de que el barco sólo tenía licencia para 15 personas, informa nuestra corresponsal en Roma, Anne Tréca.
Todo esto fue confirmado por Vigili del Fuoco, la agencia institucional de Italia para el servicio de bomberos y rescate.
Suponiendo que le hubiera sorprendido la fuerza del viento, el marinero podría haber intentado regresar por la costa. Sin embargo, la embarcación de fondo plano, concebida como una casa, se hundió a unos 200 metros de la orilla.
La mayoría de los pasajeros saltaron al agua sin chalecos salvavidas y fueron rescatados.
Un oficial de inteligencia israelí retirado, dos homólogos italianos y la esposa rusa del capitán fueron hallados muertos.
¿Un fallo técnico provocó la muerte de los espías italianos?
Los servicios de seguridad italianos explicaron en un comunicado que los dos agentes de inteligencia italianos “se encontraban en la región para participar en una reunión amistosa organizada con motivo del cumpleaños de uno de los participantes”.
Pero el perfil de las víctimas recuerda más a una reunión italo-israelí de espías que a una salida dominical ordinaria entre viejos amigos.
Los pasajeros supervivientes fueron rescatados por otras embarcaciones cercanas o pudieron nadar hasta la orilla, según informaron los medios de comunicación italianos.
El presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana, lamentó la noche del domingo “un incidente muy grave”, provocado por un “remolino”.