El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, confirmó hoy que sus unidades de mercenarios no abandonarán esta medianoche sus posiciones en la ciudad ucraniana de Bajmut.
Esto, incluso pese a no haber recibido todavía toda la munición prometida, porque Moscú ha dejado claro que lo consideraría una “traición a la patria”.
“No nos iremos de Artiómovsk (nombre en ruso de Bajmut), insistiremos unos días más, lucharemos y luego se verá”, dijo en un vídeo en su canal de Telegram.
Pese a esto denunció que, tras recibir el domingo la promesa de Moscú de que se proporcionaría a los wagneritas todas las armas y municiones necesarias para seguir luchando en esa ciudad, finalmente solo “recibimos el 10 % de lo que pedimos”.
“Simplemente nos engañaron descaradamente”, recalcó Prigozhin, quien amenazó el viernes pasado con retirar el miércoles sus unidades de Bajmut ante la escasez de munición y la muerte “sin sentido” de sus hombres por ello en esta ciudad ucraniana.
Explicó que además la víspera “llegó una orden de combate en la que se dice claramente que el abandono de las posiciones se interpretará como una traición a la patria”.
“Eso se nos decía a nosotros, pero si no hay municiones abandonaremos nuestras posiciones y preguntaremos quién es el verdadero traidor, posiblemente, el que firmó la orden”, indicó el jefe de Wagner.
Prigozhin denunció que en medio de estas amenazas de Moscú, “una de las unidades del Ministerio de Defensa ha huido hoy de uno de los flancos” en Bajmut, protegidos por las Fuerzas Aerotransportadas.
Complicaciones para los mercenarios del Grupo Wagner
El domingo el jefe del Grupo Wagner dijo que, además de la promesa de que habría suficiente munición en este frente, le aseguraron “en los flancos se hará todo para que no ataque el enemigo” ucraniano.
“Se está haciendo todo lo posible para que el frente se derrumbe”, recalcó.
Lo anterior, en referencia a la unidad del Ejército regular ruso que “huyó y abandonó sus posiciones” en uno de los flancos de Bajmut y dejó sin protección un área de casi 2 kilómetros de ancho y 500 kilómetros de profundidad.
Prigozhin sostuvo que las fuerzas ucranianas están “desgarrando los flancos” en dirección de Bajmut, donde quedan aún 2,36 kilómetros cuadrados por tomar.
El empresario volvió a arremeter contra la cúpula militar rusa en su ya viejo enfrentamiento con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Guerásimov.
Esto, al afirmar que un “soldado no debe morir por la estupidez absoluta de su jefatura”.
Sostuvo que las órdenes que reciben los mandos en el terreno son “simplemente absolutamente criminal”.
“Y por eso quiero enfatizar que existe un crimen llamado “destrucción del pueblo ruso, traición a la patria”, que están siendo cometidos “por un pequeño grupo de personas”.
Prigozhin mencionó además que no sabe qué motivos tiene hoy la cúpula rusa para celebrar el Día de la victoria soviética sobre la Alemania nazi.
“Feliz Día de la Victoria a todos nuestros abuelos. Por qué lo estamos celebrando es una gran pregunta”, dijo.