El veredicto del tribunal ruso implica “dejar sin cambios la decisión del tribunal de primera instancia sobre la medida cautelar en forma de arresto para Gershkovich”.
La defensa del estadounidense recurrió los dos meses de prisión preventiva impuestos al reportero el pasado 30 de marzo durante su comparecencia inicial ante el juez.
Los letrados de Gershkovich, que pedían cambiar la medida cautelar de prisión preventiva a arresto domiciliario, revelaron la disposición de la empresa Dow Jones, propietaria del WSJ, de pagar una fianza de 50 millones de rublos (unos 490 millones de pesos chilenos).
Gershkovich, quien cumple la medida cautelar en la prisión de Lefórtovo, compareció con una sonrisa dentro de una cámara de cristal ante la presencia de numerosos periodistas.
“Defenderá el derecho a hacer periodismo”
Ante la pregunta del tribunal sobre si necesita que le traduzcan la decisión judicial, Gershkovich respondió que “no hay necesidad de ello”, porque estaba claro. Sus abogados, en tanto, reiteraron que su cliente sigue rechazando los cargos que se le imputan.
“Defenderá el derecho a hacer periodismo, está bien y agradece a todos el apoyo”, señaló la letrada Tatiana Nozhkina, quien agregó que el reportero lee “Guerra y paz” de León Tolstói, hace deporte y ve la televisión en la prisión.
Al tribunal acudió la embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, quien pudo visitar la víspera a su conciudadano tras recibir la autorización de Moscú. “La acusación no se basa en nada y seguiremos exigiendo a Rusia que le libere”, aseguró la embajadora.
La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, advirtió el lunes que aquellos diplomáticos que creen división en la sociedad rusa serán expulsados después de que decenas de diplomáticos occidentales se personaran en el juicio contra el opositor, Vladímir Kara-Murzá, quien fue condenado a 25 años de cárcel.
Este martes la Cancillería rusa citó a Tracy junto con las embajadoras de Canadá y el Reino Unido por “injerencia” en los asuntos internos de Rusia.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) acusó formalmente de espionaje al periodista estadounidense el pasado día 7.
Carta de apoyo
Decenas de periodistas independientes rusos escribieron una carta demandando su liberación y calificando de gratuita la acusación de espionaje en virtud del artículo 276 del código penal, cargo que acarrea hasta 20 años de cárcel.
Tanto la Casa Blanca como The Wall Street Journal han negado las acusaciones de las fuerzas de seguridad rusas contra su corresponsal y han exigido su liberación inmediata.