El presidente Niinisto aceptó la renuncia de Marin y ha solicitado al gobierno que continúe en funciones hasta que se nombre un nuevo ejecutivo, a la espera de que el vencedor de las elecciones, Petteri Orpo, comiencen las negociaciones la próxima semana.
Marin no estará a cargo de estas negociaciones para formar gobierno, después de que haya dimitido como líder del SDP, partido, ha dicho, que “está listo para gobernar” en caso de que la formación pueda formar parte de una futura coalición, en la que no se ve como ministra. Sin embargo, sí continuará como diputada.
El SDP obtuvo en los comicios del domingo el 19,9% de los votos, y aunque mejoró sus resultados, quedó por detrás de la conservadora Coalición Nacional de Petteri Orpo y la ultraderecha del Partido de los Finlandeses, por lo que previsiblemente habrá un giro político en el país nórdico.
En conversación con medios locales, Marin aseguró que estos tres años -asumió en diciembre de 2019- al frente del gobierno han sido duros.
A su vez, con un semblante ligeramente emocionado, añadió que el cargo puso a prueba su capacidad de resistencia.
“Han sido años excepcionalmente difíciles y tiempos duros. Con este resultado electoral, siento que tengo la oportunidad de pasar página en mi propia vida”, mencionó.