Obuses sin GPS, lanzacohetes de corto alcance, tanques sin blindaje especial... Estados Unidos entrega muchas armas a Ucrania, pero con restricciones. ¿Por qué?
Tanques Leopard 2 de Noruega, aviones de combate MiG-29 de Eslovaquia… Ucrania recibe de parte de sus aliados nuevos envíos de armas pesadas casi a diario.
Estados Unidos, a su vez, anunció el 20 de marzo un nuevo paquete de ayuda militar por un valor de 350 millones de dólares. Sin embargo, los tanques Abrams M1 prometidos con anterioridad no están incluidos.
Recientemente se informó que Washington quería acortar el tiempo de entrega y enviar a Ucrania los modelos más antiguos de este tanque a partir del otoño boreal. A comienzos de año, la revista estadounidense Politico aseguró que Estados Unidos era renuente a enviar tanques con un blindaje secreto hecho de uranio empobrecido, y se dieron como razones asuntos de regulaciones de exportación.
Gustav Gressel, experto militar del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, no ve nada raro en esto. “Ucrania recibirá la variante de exportación del Abrams, como los que tienen Egipto, Arabia Saudita e Irak”, explica el especialista a DW.
Su armadura es comparable a la de los tanques alemanes Leopard 2A4 más antiguos, que Noruega y antes Polonia habían ofrecido a Ucrania. El más antiguo de los Abrams “sigue siendo un muy buen tanque de batalla, que cuenta con un dispositivo de imagen térmica y un cañón potente, superior a los tanques rusos”.
Obuses estadounidenses y software ucraniano
Las reglas de exportación son una de las razones por las que Estados Unidos sólo suministra a Ucrania versiones modificadas de ciertas armas. Pero no es la única.
“Muchos se preguntan qué pasaría si un tanque es capturado y analizado por los rusos”, dice Gressel. Esta preocupación también puede aplicarse a los obuses M777 estadounidenses, que se han entregado a Ucrania desde abril de 2022 sin navegación GPS ni computadores de a bordo. Las armas sin GPS son menos precisas.
El ejército ucraniano encontró rápidamente una solución e instaló en los obuses sus propios softwares. Según los medios ucranianos y occidentales, uno de los usos más conocidos de los M777 con el software ucraniano tuvo lugar en mayo de 2022, cuando la artillería de Ucrania destruyó un número particularmente grande de tropas rusas que cruzaban el río Seversky Donets, en Lugansk.
Serhij Hrabskyj, un experto militar de Kiev y exoficial del ejército ucraniano, no ve problemas en las limitaciones de las armas occidentales, pues se trata de sistemas que están integrados en la estructura de comando de la OTAN y por tanto solo pueden usarse en el marco de operaciones de la OTAN. Hrabskyj dice que eso es lo normal y que Ucrania usa sus propios sistemas.
HIMARS de corto alcance
La situación es diferente con los lanzadores múltiples HIMARS de fabricación estadounidense, que las fuerzas ucranianas usan con éxito desde el verano de 2022. Estados Unidos suministra misiles con un alcance de unos 80 kilómetros, pero no cede los mucho más poderosos ATACMS, con un rango de 300 kilómetros.
El diario Wall Street Journal informó que Estados Unidos modificó los HIMARS para que no pudieran atacar a mayor distancia. El periódico citó a una fuente anónima del gobierno estadounidense quien dijo que el trasfondo de esta decisión era “reducir el riesgo de una escalada de la guerra con Moscú”.
En septiembre de 2022 una portavoz del ministerio de Exteriores ruso dijo que misiles con mayor alcance serían “una línea roja”. Gustav Gressel piensa que las limitaciones técnicas de los HIMARS pueden revertirse si Washington, por razones políticas, así lo decide.
Las limitaciones en las entregas de armas tiene más que ver con “el temor a una escalada en la guerra”, dice Stephen Blank, experto estadounidense del Instituto de Investigaciones de Política Exterior. Sin embargo, Blank considera que esas precauciones son exageradas.
“Creo que tenemos demasiado temor a una escalada”, dice. “No entiendo por qué el territorio ruso debe ser excluido de los ataques ucranianos. Rusia comenzó la guerra y está destruyendo Ucrania”, estima.
Blank ve una “diferencia significativa” en el hecho de que Rusia puede concentrar sus fuerzas en la frontera y atacar “a voluntad” a Ucrania sin temor a un contraataque. “Si ya no pudieran hacerlo, sería una ventaja para Ucrania”, sostiene. Blank espera que se muestre a Rusia que las cosas no serán tan fáciles de ahora en adelante.
A comienzos de 2023 los aliados occidentales prometieron a Ucrania misiles con un alcance de hasta 150 kilómetros. El ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Resnikov, prometió no usarlos para atacar a Rusia. Sin embargo, esto no se aplica para los territorios ocupados por los rusos.
Advertencia de señales equivocadas
Stephen Blank cree que los aliados en Europa tienen más miedo que Estados Unidos. La administración Biden quiere mantener unida a la OTAN y tiene en cuenta las preocupaciones europeas, dice el experto. La OTAN ha dicho en varias ocasiones que no es parte del conflicto y que no quiere ser arrastrada a la guerra.
Gressel está de acuerdo, pero critica la idea de Washington de que uno puede “microgestionar la guerra para que termine en un punto muerto deseado”. Una guerra es “demasiado compleja y caótica para ser microgestionada”, dice. Con esa actitud se da a entender “a Putin que tiene alguna posibilidad de ganar la guerra. Cualquier retención de armas occidentales es una señal para él de que no vamos en serio en esto”.