El presidente ruso, Vladímir Putin, viajó por primera vez al Donbás desde el inicio de la guerra en Ucrania.
Se trató de una visita nocturna y relámpago a Mariúpol, ciudad portuaria ubicada a orillas del mar de Azov, que en mayo del año pasado quedó bajo el control del ejército de Rusia después de casi tres meses de combate.
El Kremlin informó de la visita del mandatario esta mañana, después de que abandonara la zona tras el viaje. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, calificó la visita como “de trabajo y de inspección de la labores de reconstrucción de la ciudad”.
Un recorrido nocturno en automóvil
Putin recorrió la ciudad en un automóvil, que condujo él mismo, acompañado del viceprimer ministro Marat Jusnulin -encargado de supervisar los trabajos de reconstrucción-, según se pudo apreciar en las imágenes difundidas por la televisión rusa.
“Era un grupo compacto de coches con el presidente. En uno de ellos él iba al volante”, dijo Peskov en rueda de prensa, y añadió que a Putin “le gusta conducir”.
El portavoz aseguró que el mandatario “cumplió todas las normas del tránsito” en su desplazamiento por la ciudad.
La visita a Mariúpol, así como la que efectuó este sábado a Crimea, en el noveno aniversario de la anexión de la península, no estaba prevista, según el Kremlin, y sorprendió tanto a funcionarios como a los periodistas que cubren las actividades del presidente ruso.
Una visita no libre de riesgos
Aunque Mariúpol se encuentra a unos 80 kilómetros de la línea del frente, las Fuerzas Armadas de Ucrania han declarado que la ciudad está “al alcance de su artillería”, por lo que el carácter imprevisto de la visita de Putin pudo deberse a motivos de seguridad.
El presidente ruso había sido criticado desde los sectores ultranacionalistas de su país por no visitar, salvo Crimea, ninguna de las otras cuatro regiones ucranianas anexionadas por Rusia.
El viaje de Putin a Crimea y al Donbás se produjo en vísperas de la visita de Estado a Rusia del presidente chino, Xi Jinping, por lo que no se descarta que la idea sea dar un mensaje a su huésped de que controla la situación en la zona del conflicto.