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"Hasta el final": Macron inflexible en reforma de pensiones antes de voto clave en Francia

Publicado por Matías Vega
La información es de Agencia EFE

19 marzo 2023 | 21:52

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, manifestó la intención de "ir hasta el final" con la reforma de las pensiones que aumenta la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años, a pesar del tenso clima social y político por su aprobación sin voto en la Asamblea.

El gobierno de Francia defendió este domingo la aprobación de la polémica reforma de las pensiones por decreto, en la víspera de un voto clave en el Parlamento, con dos mociones de censura que determinarán el futuro del ejecutivo del presidente Emmanuel Macron.

Macron aspira a subir la edad de jubilación de 62 a 64 años y a aumentar a 43 los años de cotización necesarios para recibir una pensión completa, una medida que ha generado una oleada de manifestaciones en el país. Fuentes de la presidencia francesa a los medios este domingo un mensaje señalando que “después de meses de negociaciones políticas y sociales, con más de 170 horas de debate y que terminaron con un texto consensuado entre el Senado y la Asamblea, el presidente de la República expresó a los responsables de ambas cámaras su deseo de que el texto sobre las pensiones vaya hasta el final de su recorrido democrático dentro del respeto a todos”.

Tras semanas de movilizaciones en las calles, el gobierno utilizó esta semana una disposición constitucional -el artículo 49.3 de la Constitución- que permite eludir el voto parlamentario para aprobar la reforma.

Tras esta controvertida maniobra, diputados de fuerzas opositoras presentaron dos mociones de censura contra el gobierno y miles de manifestantes volvieron a salir a las calles en varias ciudades del país.

En París, la policía ordenó el sábado cerrar la céntrica Plaza de la Concordia, situada frente al Parlamento, tras dos noches sucesivas de protestas que terminaron con disturbios y enfrentamientos.

El gobierno de Macron carece de mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, la cámara baja, aunque sus diputados formen el primer bloque. Para que se apruebe una moción de censura, es necesario que toda la oposición se una.

“Será el momento de verdad. ¿Vale la reforma de las pensiones la caída del gobierno y el desorden político? La respuesta es claramente no”, declaró el ministro de Economía, Bruno Le Maire, en el diario Le Parisien.

El ministro del Trabajo, Olivier Dussopt, confía en que no habrá una unión entre los opositores de izquierda, de derecha y de extrema derecha alrededor de una moción de censura, por lo que fracasarán.

“Para ello, tendría que reunir una coalición de los ‘contrarios a’, de los ‘anti’, para obtener una mayoría muy heterogénea sin línea política común”, opinó en el rotativo Journal du dimanche, defendiendo una vez más una reforma destinada, según él, a salvar el “sistema de jubilación”.

“Recrear el vínculo”

La aprobación de cualquiera de las mociones de censura anularía el decreto presidencial y obligaría a la primera ministra, Elisabeth Borne, a presentar su renuncia.

El gobierno afirma que la reforma es necesaria para evitar ahondar en el déficit en las próximas décadas en las que Francia enfrenta un envejecimiento de la población.

Pero los detractores afirman que la reforma supone una carga injusta para los trabajadores con bajos salarios, las mujeres y las personas con empleos que suponen un desgaste físico.

La oposición de izquierda busca proyectarse más allá del lunes para evitar que las protestas pierdan peso en caso de que fracasen las mociones de censura.

“La lucha seguirá sea cual sea el resultado”, aseguró el líder izquierdista del partido La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, en la emisora RTL.

“Nunca diré que debemos dejar de manifestarnos, mientras se siga proponiendo la reforma de los 64 años, debemos continuar”, insistió.

Los sindicatos han convocado una novena jornada de protestas y huelgas para el jueves.

Independientemente del resultado del lunes, el ejecutivo ya se ha visto afectado.

Macron, que hizo de la reforma su proyecto estrella en su segundo quinquenio, vio su popularidad bajar en picado en marzo, a 28%, su cifra más baja desde 2019, según un sondeo realizado antes de la aprobación por decreto de la reforma.

La presidenta del grupo parlamentario oficialista, Aurore Bergé, reconoció el domingo que la decisión de aprobar la reforma por vía exprés impactó negativamente en la opinión pública y que será necesario “recrear el vínculo” con los franceses.

Tensiones

La atención está centrada en la votación del partido de derecha Los Republicanos.

Su líder, Eric Ciotti, ya anunció que no votará la moción de censura, por lo que se espera que sus filas lo sigan.

Ciotti denunció en su cuenta de Twitter que su sede fue vandalizada a pedradas y afirmó que “no cederá ante los nuevos discípulos del Terror”.

Otros parlamentarios favorables a la reforma también fueron blanco de ataques, lo que ilustra la tensión que impera en el país.

Hasta el momento, las huelgas sólo habían impedido la salida de combustible de las refinerías, pero no han logrado paralizar completamente las operaciones.

La movilización también ha afectado la recolección de basura en varios barrios de París, donde se acumulan unas 10.000 toneladas de residuos.

La mayor refinería del país, situada en Normandía (noroeste) y explotada por TotalEnergies, ha comenzado a paralizar su producción. Otras plantas podrían seguir.