Unos 150 bomberos, con 17 vehículos y 4 grúas trabajan a contrarreloj para intentar salvar la vida de personas atrapadas entre los restos de los convoyes en lo que ha sido el peor accidente ferroviario de la última década en Europa.

Con vagones pulverizados y calcinados, columnas de humo y equipos de rescate sacando cuerpos de un retorcido convoy, Grecia amaneció el miércoles conmocionada por un accidente ferroviario que dejó al menos 36 víctimas mortales y 85 heridos.

Tras el choque nocturno de un tren de pasajeros con uno de mercancías, decenas de socorristas y bomberos se arremolinaban en torno a al menos dos vagones parcialmente calcinados, mientras que de otros, volcados, emanaban también espesas humaredas.

El vagón-restaurante del tren de pasajeros, que efectuaba el trayecto entre Atenas y Tesalónica (la segunda ciudad más grande del país, en el norte), se incendió a raíz de esta colisión cuyo origen todavía se desconoce.

las imágenes del accidente de trenes en Grecia que ha dejado 36 muertos
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“Nunca he visto nada así en toda mi vida. Es trágico. Cinco horas después, seguimos encontrando cuerpos”, relató un socorrista exhausto al salir de la cavidad de donde él y su equipo extraían los cuerpos de los pasajeros.

A otro de los vagones, los rescatistas no podían ni acceder porque, a causa de la violencia de la colisión, quedó casi pulverizado bajo el peso de otro carruaje.

Más allá, decenas de camiones de bomberos y ambulancias estaban apostados junto a la vía férrea, que transcurre junto a una carretera en el valle de Tempe, al norte de la localidad de Lárisa (centro).

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