El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó hoy un alto el fuego de 36 horas a partir de las 12:00 hora de Moscú (06:00 en Chile) de este viernes a lo largo de toda la línea del frente en Ucrania, informó el Kremlin.
Según la nota de la Presidencia rusa, la decisión del jefe del Estado es en repuesta al llamamiento del patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill, de establecer una tregua de Navidad, que los creyentes ortodoxos celebran el 7 de enero.
“Debido a que en la zona de acciones militares vive un gran número de ciudadanos ortodoxos, llamamos a la parte ucraniana a declarar un régimen de alto el fuego para permitirle acudir a los templos la víspera de Navidad y el día de Navidad”, señala el comunicado oficial.
“Yo, Kirill, patriarca de Moscú y Toda Rusia, pido a todas las partes implicadas en el conflicto interno que mantengan un alto el fuego y establezcan una tregua por Navidad desde las 12.00 horas del 6 de enero hasta las medianoche del 7 de enero para que la población ortodoxa pueda acudir a misa en la víspera de Navidad y el día del nacimiento de Jesucristo”, manifestó en un mensaje publicado en la página web de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
La tregua fue propuesta por el jefe religioso para que los creyentes puedan acudir a los templos en Nochebuena y Navidad. Es la primera vez que el presidente ruso dispone un alto el fuego en todos los frenes desde que lanzó el 24 de febrero pasado su campaña militar en Ucrania con el objetivo de “desnazificar y desmilitarizar” el vecino país.
El anuncio, sin embargo, fue tildado de “elemento propagandístico” además de una “trampa cínica” por parte del asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, en su perfil de la red social Twitter.
“La Iglesia Ortodoxa de Rusia no es una autoridad para la ortodoxia global y actúa solo como ‘propagandista de guerra’. La Iglesia Ortodoxa de Rusia ha pedido el genocidio de los ucranianos, ha alentado los asesinatos en masa e insiste en una militarización aún mayor de Rusia”, denunció Podoliak.
La guerra en Ucrania estalló el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin, quien días antes había reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, situadas en la región del Donbás (este) y escenario de un conflicto desde 2014.