El embajador de la UE ante Naciones Unidas, Olof Skoog, explicó que con Ucrania buscan que la ONU legitime la creación de un tribunal especial que juzgue los crímenes de guerra de Rusia, algo que admitió en todo caso es “bastante complicado” desde el punto de vista legal.
La Comisión Europea (CE) presentó el miércoles a las capitales del bloque comunitario una serie de propuestas para garantizar que Rusia rinda cuentas por las “atrocidades” y los “crímenes” cometidos en la guerra en Ucrania, entre las que figura la posibilidad de crear un tribunal especial e independiente para perseguir el “crimen de agresión”.
Hoy, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que Rusia no aceptará tribunales propuestos por Occidente.
“Respecto a los intentos de instituir algún tipo de tribunales, estos no tendrán legitimidad alguna, no los aceptaremos y los condenaremos”, afirmó en su rueda de prensa diaria.
Skoog señaló que la UE está en conversaciones con Ucrania sobre esta cuestión y que la idea es buscar algún tipo de respaldo por parte de la ONU.
Preguntado al respecto, el portavoz de Naciones Unidas Stéphane Dujarric subrayó que cualquier decisión en este ámbito está en manos de los Estados miembros y no corresponde al secretario general, António Guterres.
Dado que Rusia tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad, si la iniciativa sigue su curso, lo más previsible es que Kiev y sus aliados tengan que recurrir a la Asamblea General de Naciones Unidas, donde ya han sacado adelante varias condenas contra Moscú con abrumadoras mayorías, sin relevancia porque las resoluciones de la Asamblea tienen menos peso.
Antes de llegar a un movimiento de este tipo, Skoog subrayó que los Veintisiete deberán abordar la cuestión entre ellos para decidir cómo proceder, una discusión que se espera a mediados de diciembre.
Hoy, además, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, anunció que impulsará la creación de un tribunal especial que enjuicie los crímenes de guerra en Ucrania.
Para “crear un nuevo orden de seguridad en Europa”, Borrell aseguró que pondrá sobre la mesa “primero de la UE”, y luego de otros países, “la propuesta de apoyar a la fiscalía ucraniana” para acumular pruebas de crímenes de guerra cometidos por Rusia y la creación de un tribunal especial que se ocupe de estos crímenes.