El gobierno ucraniano advirtió que la falta de electricidad y de calefacción como consecuencia de los bombardeos rusos supondría un riesgo de muerte para millones de ucranianos durante el invierno boreal.
Las autoridades ucranianas pidieron este lunes a los civiles de las regiones de Jersón y Mykolaiv, buscar sitios más seguros para protegerse del próximo invierno boreal, temiendo que la falta de electricidad, calor y agua debido a los bombardeos rusos haga que las condiciones de vida sean demasiado difíciles.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) coincidió en advertir que millones de personas se enfrentan a un invierno con “peligro de muerte” en Ucrania.
Las autoridades ucranianas instaron a los residentes de las dos regiones del sur, que las fuerzas rusas han bombardeado durante meses, para que se trasladen a zonas más seguras en el centro y el oeste del país.
Transporte, alojamiento y atención médica
La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo el lunes que el gobierno les proporcionará transporte, alojamiento y atención médica, con prioridad para las mujeres con niños, los enfermos y los ancianos.
Vereshchuk pidió el mes pasado a los ciudadanos que ahora viven en el extranjero que no volvieran a Ucrania durante el invierno para conservar la energía.
Otros funcionarios han sugerido que los residentes en Kiev o en otros lugares que tengan recursos para salir de Ucrania lo hagan durante unos meses, para ahorrar para los hospitales y otras instalaciones clave.
La OMS lanzó el lunes una escalofriante advertencia sobre el impacto humano de la crisis energética en Ucrania, indicando que este invierno pondrá en peligro la vida de millones de personas.
Efectos letales en el sistema sanitario
Los daños “ya están teniendo unos efectos letales en el sistema sanitario y en la salud de la gente”, declaró Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa.
“Los ataques a las infraestructuras sanitarias y energéticas significan que cientos de hospitales y centros de salud ya no son plenamente operativos, pues carecen de combustible, agua y electricidad”, agregó.
El director regional precisó que hasta tres millones de personas podrán verse obligadas a dejar sus hogares en busca de seguridad y calor. “Tendrán que enfrentar desafíos sanitarios, incluyendo infecciones respiratorias como el COVID-19, la neumonía, la gripe”, avisó.
Además, habrá un “grave riesgo de difteria y sarampión para una población insuficientemente vacunada”.
Rusia bombardeó en las últimas semanas las instalaciones energéticas de Ucrania, dejando a millones de hogares sin electricidad coincidiendo con las primeras nevadas.
Los ataques contra la red eléctrica ucraniana se dan tras una serie de retrocesos rusos en el campo de batalla, incluida su retirada de la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania.