Si Rusia vuelve a salirse del acuerdo, Putin se ha comprometido a entregar de forma gratuita a los países en desarrollo una cantidad de grano equivalente a la que se ha exportado desde Ucrania gracias al pacto sellado en julio entre Kiev y Moscú, informa la agencia Interfax.
Rusia cambió este miércoles de postura sobre la suspensión del acuerdo de exportación de grano ucraniano y anunció que reactiva el acuerdo tras lograr garantías a través de la ONU y Turquía de Ucrania de que no utilizará el corredor humanitario con fines militares.
“He dado instrucciones al Ministerio de Defensa para que retomemos nuestra plena participación. Al mismo tiempo, Rusia se reserva el derecho a retirarse de este acuerdo si Ucrania viola estas garantías”, señaló el presidente ruso, Vladímir Putin.
Garantías por escrito
El Ministerio de Defensa precisó que gracias a la participación de la ONU y la contribución turca “fue posible obtener de Ucrania unas garantías por escrito sobre la no utilización del corredor humanitario y los puertos ucranianos designados para la exportación de productos agrícolas para operaciones militares”.
Las garantías ucranianas fueron la principal exigencia de Rusia para reanudar su participación en el pacto, que suspendió el pasado día 29 tras un ataque supuestamente cometido por Ucrania con drones navales conra la Flota del Mar Negro en Sebastopol, junto a una investigación exhaustiva de esta “acción terrorista”.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, informó poco antes de que “a partir de hoy a las 12:00 horas el corredor de cereales seguirá funcionando como antes”.
El coordinador de la delegación de Naciones Unidas en el Centro de Coordinación Conjunto (JCC) instalado en Estambul para supervisar la implementación del pacto, Amir Abdulla, celebró en un tuit la reactivación del acuerdo.
“Doy la bienvenida al regreso de la Federación Rusa a la implementación de la Iniciativa de cereal del mar Negro para facilitar la exportación de alimentos y abono de Ucrania. Agradezco la mediación turca”, escribió.
También el secretario general de la ONU, António Guterres, saludó la decisión rusa y el papel de Turquía para restaurar el pacto.
A la vez, el acuerdo de grano nunca dejó de funcionar del todo, ya que el JCC continuó su labor con Ucrania tras el abandono ruso.
Así, este martes zarparon de los puertos ucranianos tres buques graneleros, y el día anterior, doce.
Hoy no ha salido ninguna embarcación de aguas ucranianas bajo el acuerdo, pero Abdulla adelantó que el jueves volverían a zarpar cargueros y el ministro de Infraestructuras ucraniano, Oleksandr Kubrakov, adelantó que se prevé la salida de ocho graneleros.
Sigue la evacuación de Jersón
Entretanto, prosiguió la evacuación de los ciudadanos de Jersón, región anexionada por Rusia el pasado septiembre, ante el lento pero decidido avance ucraniano en esa dirección.
Las autoridades prorrusas del territorio admitieron que podrían evacuar “forzosamente” a parte de la población, pero subrayaron que solo pretenden hacerlo en caso de que se acerquen demasiado los ataques de las tropas de Kiev.
La inquietud entre algunos ciudadanos a ser evacuados forzosamente se produjo después de que el gobernador, Vladímir Saldo, anunciara el traslado de residentes en una zona de 15 kilómetros de siete localidades, que se encuentran en la margen izquierda del río Dniéper.
Hasta entonces la evacuación solo afectaba a la margen derecha y la capital regional, la única en manos de Rusia, en un proceso que duró más de una semana y en el que fueron trasladados a la orilla izquierda del río unas 80.000 personas.
Según los dirigentes prorrusos de Jersón, las fuerzas ucranianas han hecho varios intentos de romper la línea de defensa en dirección a la capital regional, donde las tropas rusas y prorrusas han comenzado a levantar fortificaciones, según Kiev.
Los servicios de emergencias locales afirmaron a su vez que durante la noche pasada el Ejército ucraniano lanzó más de 24 misiles HIMARS sobre objetivos en la ciudad de Jersón, aunque la mayoría pudieron ser interceptados.
De acuerdo con expertos, para recuperar el control sobre Jersón, perdido hace ocho meses, las tropas ucranianas tienen que tomar la hidroeléctrica de Nueva Kajovka, un punto estratégico para allanar el camino hacia Jersón.
A la vez, se desconoce si las fuerzas de Kiev intentarán asaltar la urbe u optarán por sitiar la ciudad, de cuyo destino depende en gran medida el futuro de la campaña militar rusa.
Negociaciones imposibles
Moscú insiste simultáneamente en que está abierto a negociaciones con Kiev y espera “señales inequívocas” de Ucrania para reanudar el proceso, según dijo hoy la portavoz de Exteriores ruso, María Zajárova.
A la vez, Rusia mantiene que las conversaciones deben basarse en “la nueva realidad” sobre el terreno, en alusión a las cuatro regiones ucranianas anexionadas por Moscú.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reiteró por su parte en una entrevista a un medio checo que Kiev ve imposible negociar con un “país terrorista” y está decidido a recuperar todos los territorios perdidos, incluidos Donbás y Crimea.