El Gobierno de Finlandia ha logrado el apoyo de todos los partidos políticos para construir una valla metálica en los tramos más vulnerables de su frontera con Rusia.
Eso con el objetivo de frenar la inmigración irregular y la llegada masiva de personas por esa vía.
La medida, propuesta inicialmente por la Guardia de Fronteras, fue respaldada por todos los grupos parlamentarios durante una reunión consultiva que mantuvo el Ejecutivo el martes con los líderes del resto de partidos políticos.
“Se trata de poder asegurarnos que la frontera está bien vigilada y de ser capaces de anticiparnos a lo que pueda ocurrir en ella”, afirmó a la prensa la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.
¿Cómo será la valla que dividirá Finlandia de Rusia?
El proyecto, cuyos detalles deben aún ser concretados, contempla la construcción de una valla metálica de varios metros de altura.
Tendrá concertinas (alambre galvanizado con pequeñas cuchillas) en su parte superior y cámaras de videovigilancia en los tramos fronterizos considerados de mayor riesgo.
En conjunto, la verja tendrá una extensión total de entre 130 y 260 kilómetros, lo que supone entre el 10% y el 20% de los 1.340 kilómetros de frontera que separan Finlandia y Rusia.
Está previsto que las obras duren cerca de cuatro años y supongan un desembolso de “varios cientos de millones de euros”, según estimaciones de la guardia fronteriza.
Inicialmente se construirá un tramo de prueba de unos tres kilómetros en la frontera del sureste finlandés, la más transitada por su proximidad con San Petersburgo, con un coste de unos €6 millones.
Tensiones
Finlandia, que tiene la frontera con Rusia más larga de la Unión Europea (UE) y la segunda de Europa (después de la de Ucrania), responde así al aumento de las tensiones con Moscú a raíz de la invasión rusa de Ucrania y del proceso de adhesión junto a Suecia a la OTAN.
El Kremlin ha advertido reiteradamente a Helsinki que su ingreso en la alianza atlántica liderada por EEUU tendrá graves consecuencias, por lo que el Gobierno finlandés teme que Rusia pueda orquestar una crisis migratoria similar a la que tuvo lugar en la frontera entre Polonia y Bielorrusia a fines de 2021.
Por ello, el Ejecutivo finlandés aprobó en julio con carácter de urgencia una serie de reformas legales que le permitan hacer frente a una eventual llegada masiva de inmigrantes a su frontera.
Estas enmiendas recogen una disposición legal para permitir la construcción de vallas y otro tipo de barreras en la frontera para aumentar la seguridad nacional.
También incluyen la posibilidad de prohibir temporalmente el derecho a permanecer y circular en áreas próximas a la frontera en circunstancias excepcionales, por ejemplo en caso de afluencia masiva de inmigrantes.
Asimismo, permite centralizar en algunos puntos determinados de la frontera la recepción de solicitudes de asilo, lo que supondría el cierre del resto de cruces fronterizos a los refugiados.