Rusia utilizó su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear una resolución, que buscaba condenar los referendos que organiza Moscú en cuatro regiones ucranianas que el Gobierno de Putin busca anexar.
Rusia usó este viernes su derecho de veto para frenar en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que buscaba condenar los referendos organizados en cuatro regiones ucranianas y su anexión por parte de Moscú.
La delegación rusa se quedó sola en su oposición al texto, que recibió el apoyo de diez de los quince países del Consejo de Seguridad, mientras que cuatro (China, la India, Brasil y Gabón) se abstuvieron.
El voto tuvo lugar apenas unas horas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, rubricase en el Kremlin los documentos para la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, zonas controladas parcialmente por fuerzas rusas y que suponen el 15 % del territorio de Ucrania.
La resolución presentada en la ONU por Estados Unidos y Albania condenaba los referendos “ilegales” llevados a cabo en las cuatro regiones, pedía a la comunidad internacional no reconocer ningún cambio en su estatus y exigía la retirada de las tropas rusas de Ucrania.
La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, subrayó que este tipo de situación es precisamente para lo que se creó el Consejo de Seguridad, por lo que el órgano tenía el deber de actuar ante estos movimientos rusos y defender los principios de soberanía e integridad territorial en los que se basa Naciones Unidas.
“No se puede ir puerta por puerta y obligar a punta de pistola a la gente a votar por tu falso referéndum. Uno no puede apoderarse por la fuerza del territorio de otro Estado miembro de la ONU y declararlo suyo”, insistió Thomas-Greenfield tras la votación.
Rusia se queda sola
La representante de EE.UU. y su homóloga británica, Barbara Woodward, destacaron el aislamiento de Rusia, apuntando que ningún otro país votó con ella y Thomas-Greenfield apuntó que incluso quienes se abstuvieron mostraron su inquietud por lo que el Kremlin está haciendo en Ucrania.
China, que ha tratado de mantener una postura más o menos equidistante desde el estallido del conflicto, reiteró hoy que cree que debe respetarse la “soberanía e integridad territorial”, pero volvió a evitar criticar abiertamente a Moscú y recordó que las “legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes” deben tenerse en cuenta, en una referencia a las denuncias rusas sobre la expansión de la OTAN.
Mientras, Brasil y la India consideraron que la resolución presentada hoy no ayudaba a rebajar la tensión y hacía aún más difícil el diálogo que consideran necesario para poner fin a la guerra.
Tras el veto ruso, EE.UU. confirmó que planea llevar ahora el texto a la Asamblea General de la ONU, donde no hay posibilidad de que Moscú lo bloquee y donde ya se condenó con abrumadora mayoría la invasión, pero cuyas resoluciones tienen menos peso.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, calificó el documento votado hoy como una “acción hostil por parte de Occidente” y como una “provocación”.
“¿Creen seriamente que Rusia puede considerar y apoyar este borrador? Y si no lo creen, entonces es que nos están empujando de forma intencionada a usar el veto (para decir) que Rusia abusa de este derecho”, insistió Nebenzia.
El representante de Moscú defendió la legalidad de las consultas llevadas a cabo en Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia y destacó que quienes votaron mostraron un apoyo abrumador a unirse a Rusia.
Además, cargó contra el secretario general de la ONU, António Guterres, que ayer mismo había rechazado con contundencia los referendos y que había llamado a condenar la anexión de territorio ucraniano.