La mañana de este miércoles el presidente de Rusia, Vladimir Putin, apretó su puño en medio de la invasión a Ucrania con la movilización de 300 mil reservistas y declaraciones que se leen como una amenaza, en las que recordó que tiene armas nucleares para usar contra occidente.
Por una parte, la movilización de los reservistas se hace efectiva a partir de esta misma jornada con el objetivo de defender la integridad del territorio y la soberanía de Rusia, explicó.
Sumado a eso, Putin detalló que solo serán llamadas a cumplir aquellas personas que cumplan o hayan cumplido con el servicio militar obligatorio.
“El decreto de movilización parcial contempla medidas adicionales para cumplimiento de los pedidos a la industria militar”, añadió Putin, que nuevamente defendió haber invadido Ucrania ya que, según él, el ataque de ese país contra el Donbás era “inevitable”.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, confirmó que el despliegue va, pero que no incluirá universitarios y que – hasta el momento – el grupo no sería enviado a la zona de la “operación militar especial”, es decir Ucrania.
Putin y las armas nucleares
Por otro lado, la decisión tomada este miércoles por Putin también causó preocupación en occidente ya que el líder ruso habló abiertamente del uso de armas nucleares y de un “chantaje nuclear” por parte de la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos.
“Se trata no solo de los ataques alentados por occidente contra la central nuclear de Zaporiyia, que pueden provocar una catástrofe atómica, sino también de la declaraciones de alto cargos de la OTAN acerca de la posibilidad en emplear contra Rusia armas de destrucción masiva”, acusó.
“Aquellos que intentan chantajearnos con el arma nuclear deben saber que la rosa de los vientos puede volverse en dirección a ellos”, advirtió.
Con todo, Putin acusó a occidente de usar a Ucrania como un instrumento para atacar a Rusia y que el objetivo del bloque es “debilitar, dividir y destruir finalmente a nuestro país”.