El féretro con los restos de Isabel (Elizabeth) II llegó cerca de las 7:00 hora chilena desde el Salón de Westminster, la parte más antigua del Parlamento británico en Londres, hacia la cercana Abadía de Westminster, donde se dio inicio al funeral de Estado que duró una hora.
Fue en este mismo salón, que alberga a dos mil personas, donde fue coronada, y donde posteriormente tuvo lugar su boda.
El ataúd fue colocado sobre una cureña de la Royal Navy de 1901, tirada con cuerdas por más de cien marineros de la Marina (Royal Navy), mientras que por detrás caminaron el rey Carlos (Charles) III y sus tres hermanos, la princesa Ana (Anne) y los príncipes Andrés (Andrew) y Eduardo (Edward), así como los príncipes Guillermo (William) y Enrique (Harry), nietos de Isabel II.
Mientras avanzaba la procesión hacia el Palacio de Westminster, miembros de regimientos escoceses e irlandeses tocan gaitas, y a ambos lados del recorrido hay miembros de la Marina, en una colorida ceremonia marcada por la pompa y la solemnidad. Al llegar a la Abadía, se entonaron himnos.
El ataúd permanecerá cubierto con el Estandarte real, la corona imperial; el orbe real, pieza que representa al mundo cristiano, el cetro de oro, que simboliza el poder, y una corona de flores.
La ceremonia pudo ser seguida mediante el canal de Youtube de la cadena pública británica, la BBC.
El funeral está a cargo del deán de Westminster, David Hoyle, quien destacó la dedicación de Isabel II como jefa de Estado durante siete décadas, antes de pronunciar la bendición. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, fue quien pronunció el sermón, tras lo cual el Reino Unido guardó dos minutos de silencio y se entonó el himno nacional en la abadía.
El funeral se celebró en presencia de los reyes de España, Felipe VI y Letizia; del presidente de EEUU, Joe Biden; del jefe de Estado de Francia, Emmanuel Macron, así como los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima; y los reyes de Bélgica, Felipe Matilde, y otros dignatarios del mundo.
A lo largo de las calles por donde pasó el cortejo, miles de personas, muchas portando banderas británicas, pasaron la noche para ocupar el mejor lugar a fin de ver pasar el féretro.
Con abrigos, gorras y bufandas, debido al frío de la noche, británicos y también turistas esperan el comienzo del funeral de Estado -a las 11:00 hora local (7:00 en Chile)-.
Después del servicio religioso en la Abadía de Westminster, el cortejo fúnebre emprendió rumbo hacia el Arco de Wellington, próximo al palacio de Buckingham, que se espera tenga toda la pompa reservada para un funeral de este tipo, en el que participarán, además de la familia real, representantes de las tres fuerzas armadas: la Marina, el Ejército y la Real Fuerza Aérea.
Desde el Arco de Wellington, el cortejo, ya en un coche fúnebre, seguirá hasta la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor (a las afueras de Londres).
Los restos de su esposo, el príncipe Felipe (Phillip), serán enterrados junto a ella, trasladándolos de la cripta real, donde reposan desde su muerte en abril de 2021 con casi 100 años.
Último adiós
La reina más longeva del Reino Unido falleció a los 96 años, conmocionando al país y al mundo, pese a que su salud empeoraba desde hace meses.
Símbolo de una era de grandes cambios, Isabel II llegó al trono en 1952, en un Reino Unido aún sumido en la posguerra mundial, y se marchó en el 2022 de la pospandemia y el brexit.
Su hijo mayor, de 73 años, la sucedió como Carlos III. Hasta ahora uno de los miembros menos apreciados de la familia real británica, su popularidad subió en los últimos días.