Los pilotos de Air France que se fueron a las manos hacían un vuelo entre Ginebra y París y tuvieron que ser separados por los auxiliares. Aún se espera una decisión definitiva sobre la penalidad.
Air France reconoce, en una declaración recibida este lunes, que hubo “gestos inapropiados” entre los dos pilotos en la cabina del Airbus A320 que cubría ese día el trayecto entre la ciudad suiza y la capital francesa.
Pero insiste en que “el incidente terminó rápidamente sin afectar a la conducción ni a la seguridad del vuelo, que continuó normalmente”.
Los detalles se filtraron a la prensa, después de que el organismo francés de la seguridad aérea BEA señalara la semana pasada en un informe referido a Air France “una repetición de investigaciones”.
Esto puso en evidencia “una adaptación de los procedimientos o incluso una violación deliberada de éstos que conduce a una reducción de los márgenes de seguridad”.
“Golpe involuntario” versus “bofetada” en Air France
De acuerdo con esas filtraciones, la pelea comenzó porque el copiloto se negó a ejecutar una orden que le dictó el comandante poco después del despegue.
Uno de los dos implicados habla de un golpe involuntario, mientras el otro afirma que fue un bofetón.