Las imágenes de satélite publicadas por la empresa estadounidense Planet Labs no dejan lugar a dudas. Los aviones de combate rusos, al menos ocho, fueron destruidos el martes 9 de agosto durante las explosiones en la base aérea de Saky, situada a unos 70 km de Sebastopol, en Crimea.
Esta información fue confirmada por el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, pero Moscú sigue negándolo, hablando de depósitos de municiones que explotaron tras un accidente.
Aunque Kiev se niega a confirmar que se trató de un ataque dirigido por su ejército, esta versión circula en el seno del Estado Mayor ucraniano, así como otra hipótesis considerada por muchos medios de comunicación, la de un sabotaje por parte de “partisanos”, como también sugirió un asesor cercano a Zelensky.
Crimea sigue siendo ucraniana para Kiev
El presidente ucraniano, durante un discurso el miércoles 10 de agosto, recordó que Crimea es ucraniana y que Kiev nunca la abandonará. Un indicio más de que las explosiones fueron todo menos un accidente.
El aeródromo de Saky alberga, además de depósitos de municiones, aviones de combate y bombarderos, según la prensa británica. Y las explosiones observadas el martes 9 de agosto habrían causado, además de importantes daños materiales, un muerto y 14 heridos.