La firma demoscópica entrevistó a 507 afiliados de la formación gobernante que siguieron el careo de anoche en la BBC entre los dos aspirantes a suceder a Boris Johnson como líder conservador y primer ministro.
Los aproximadamente 160.000 militantes “tories” deben elegir entre Truss y Sunak en unas elecciones internas este agosto, tras lo cual se anunciará el ganador el 5 de septiembre.
De acuerdo con el sondeo, un 62% opinó que la ministra, que se confirma como la favorita de las bases, lo hizo ayer mejor que su rival, que consigue un 18%, en la cuestión de la guerra en Ucrania.
En la crisis por el incremento del coste de la vida, Truss recibe un 55% del apoyo frente al 34% de Sunak, mientras que en política fiscal gana ella con un 51%, ante el 42% del que hasta el 5 de julio era el responsable económico del Reino Unido.
En el apartado “Boris Johnson”, vuelve a imponerse la ministra (44%), que le defendió hasta el final. Sunak, que dimitió por desacuerdos con el jefe, logra un 33%.
Un 43% prefirió a Truss en la discusión sobre el Brexit, con un 39% para su contrincante, y en medioambiente obtuvieron un 33 y un 27% respectivamente.
Un 50% consideró que en general la jefa de la diplomacia británica, que hoy cumple 47 años, actuó mejor en el careo, frente a un 39% que opta por Sunak, de 42 años.
Un 63% vio a Truss, que esgrime su educación menos elitista, más cercana a la gente corriente, frente al 19% de Sunak, antiguo directivo del sector financiero y millonario.
También superó al exministro en cuanto a caer en gracia (54% y 35%, respectivamente) y ser digna de confianza (51% y 37%).
El único apartado en el que triunfa Sunak es en el de “parecer más un primer ministro”, cuando recibe un 43% del apoyo frente al 42% de Truss.
Ambos afrontan este martes otro debate organizado por el periódico “The Sun” y la semana próxima una cita en Sky News, en los que intentarán convencer a los votantes de que son los mejor posicionados para sustituir a Johnson, que dimitió el 7 de julio, aunque sigue en funciones, tras perder la confianza de su grupo parlamentario.