Los cohetes de precisión Himars que Estados Unidos suministra a Ucrania han dado a su ejército un nuevo impulso en el campo de batalla, haciendo inclinar la balanza en contra de Rusia, lo que puede presionar a frenar la ofensiva, según expertos.
Desde mediados de junio, Ucrania ha logrado destruir más de 20 grandes depósitos de munición y puestos de comando rusos empleando los Himars, objetivos que antes estaban fuera del alcance de la artillería tradicional.
Videos publicados en redes sociales muestran explosiones de depósitos de municiones, en especial en Lugansk, Nova Kakhovka, y otros sitios, controlados por Rusia, probando el poder y precisión de esta nueva arma.
“Los invasores ya han podido sentir lo que es la artillería moderna. No tendrán ninguna retaguardia segura en nuestro territorio”, aseguró el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Expertos opinan que estos nuevos sistemas no son una solución definitiva y que Ucrania necesita más armas y sistemas de radar de forma conjunta para derrotar juntos a los rusos.
Para el analista, Christopher Dougherty, del centro de pensamiento Center for New American Security, en Washington, los Himars no han decepcionado.
Sin embargo, agrega: “el arma en sí misma no cambia las cosas”.
Mayor precisión
La M142 Himars, siglas de “High Mobility Artillery Rocket System”, es una plataformas móviles de lanzacohetes montados en blindados ligeros que pueden cargar misiles de 227 mm guiados por GPS con un alcance de unos 80 kilómetros.
A diferencia de los sistemas de cohetes que ambos bandos han usado en la guerra, los misiles Himars pueden ser dirigidos a objetivos precisos, haciéndolos más confiables.
Ucrania posee actualmente 12 de estos sistemas que pueden lanzar seis cohetes a la vez, así como cientos de municiones.
Además de ser muy precisos, estos cohetes vuelan bajo y rápido para evitar las defensas antiaéreas rusas. Y con la enorme movilidad de sus lanzadores son muy difíciles de rastrear y destruir.
“Los Himars están cambiando los combates en Ucrania. Permiten a los ucranianos apuntar a los rusos a una distancia mayor y en áreas que les eran inaccesibles debido a las defensas aérea de los rusos”, aseguró en Twitter Mick Ryan, un general retirado y analista militar australiano.
No solo se trata del Himars, desde junio Ucrania cuenta con artillería de alta precisión provista por otros aliados, como los obuses franceses Caesar, y la semana pasada Estados Unidos anunció que podría suministrar 1.000 rondas de una nueva artillería guiada de precisión.
Ryan agrega que con esto Ucrania se concentra en atacar puntos débiles de los rusos como depósitos de munición cercanos a vías férreas y en localidades relativamente cercanas al frente de batalla.
Si bien, el riesgo de impactar a la población civil aumenta, la precisión al marcar objetivos ayuda a reducir las pérdidas civiles.
Dougherty dijo estar sorprendido de que los rusos no estuvieran preparados para la llegada de estas armas. “No era un secreto que estas cosas iban a llegar”, declaró. “Es otro caso en el que los rusos han tardado mucho en adaptarse”.
Escasez de camiones rusos
Eventualmente el ejército ruso va a terminar por adaptarse y posicionar sus depósitos de suministros más lejos de la línea del frente, afirman analistas, pero eso va a complicar su logística.
“Cada vez que distribuyes algo, eso significa utilizar más camiones para transportar la misma cantidad (de material) a quienes lo necesitan”, asegura Dougherty. Y además, el número de camiones rusos ha disminuido por la guerra.
Phillips O’Brien, profesor de estudios estratégicos en la universidad Saint Andrews, de Escocia, afirma que los sistemas Himars hacen parte de una estrategia más amplia para golpear la logística rusa y forzarles a retrasar sus defensas aéreas.
Con esto se dejaría a la artillería rusa de la línea del frente, principal carta ofensiva de Moscú, menos protegida de las fuerzas aéreas y de tierra ucranianas.
¿Misiles de mayor alcance?
Mientras tanto Kiev presiona a Washington para que le suministre misiles ATACMS, compatibles con los Himars y con un rango de alcance de 300 kilómetros.
“Nuestras autoridades negocian a todos los niveles con los representantes de Estados Unidos sobre la necesidad de suministrarnos misiles para los Himars con mayor alcance”, aseguró Fedir Venislavskyi, un parlamentario ucraniano.
Hasta ahora la Casa Blanca se ha negado por el posible uso de ciertas armas para atacar objetivos dentro del territorio ruso, lo que podría llevar a Estados Unidos y a la OTAN directamente a la guerra.
Dougherty expone que en realidad Estados Unidos no cuenta con muchos ATACMS en su reserva y la producción se detuvo hace varios años.
O’Brien, estima que además de los Himars, lo que Ucrania necesita es más protección de los ataques aéreos rusos.
“Dar a Ucrania más y mejores capacidades antiaéreas debería ser tan prioritario como proveerle armas de más largo alcance”, escribió O’Brien en Twitter.