Los jueces declararon culpables por todos los cargos por los que estaban imputados a 19 de ellos, incluido Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos que llevaron a cabo las matanzas en la sala de espectáculos Bataclan, en varias terrazas de París y en el Estadio de Francia de Saint Denis.
El Tribunal de lo Criminal de París condenó también a otro de los principales acusados, Mohammed Abrini, a cadena perpetua con un cumplimiento mínimo de 22 años.
Los otros acusados fueron condenados a penas que oscilan entre la cadena perpetua hasta cuatro años de prisión.
La sola excepción fue Farid Kharkhach, para el que el tribunal no retuvo una de las inculpaciones, la de terrorismo.
Abdeslam, en específico, fue condenado a una pena de reclusión perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Con todos los autores materiales muertos en la misma noche de los atentados (inmolados con cinturones explosivos o por disparos policiales), salvo Abdeslam todos los demás fueron juzgados por su diferente nivel de participación en la concepción, preparación y apoyo a los miembros de los comandos.
Los condenados tienen un período de diez días para presentar apelación.