Enfrentamientos en un islote estratégico, un buque ruso hundido, ataques contra plataformas de gas... La batalla se recrudece en el mar Negro, frente a las costas de una Ucrania que desafía la potencia naval rusa.
Los acontecimientos se aceleraron en pocos días, sobre todo en torno a la isla de las Serpientes, según los observadores y los beligerantes.
La situación “se ha intensificado claramente con acciones por ambos bandos”, resume un experto militar occidental citado por Radio Francia Internacional, tras cuatro meses de guerra en los que Rusia no logró imponer su dominio en el mar.
Este auge de la actividad está vinculado al uso por Kiev de armas occidentales como los misiles antibuque Harpoon, lanzados desde la costa.
Pero fue otro tipo de misil antibuque, un Neptuno ucraniano, el que hundió en abril el crucero Moskva, el buque insignia de la flota rusa en el mar Negro.
Este golpe de los ucranianos fue un insulto para Rusia. Desde el principio de la guerra, Kiev ha conseguido asegurar el control de su costa desde la frontera de Rumanía al oeste de Jersón (sur) con baterías terrestres, drones y minas.
“Nueva fase”
“Estamos en una nueva fase de la guerra, en la que Ucrania tiene nuevas armas occidentales como los Harpoon o [misiles tierra-aire] Brimstone”, explica a la Agence France-Presse H.I. Sutton, analista independiente, para quien Kiev puede empezar a “desafiar” a una marina rusa “menos audaz”.
Varios expertos consultados por la Agencia AFP y el ministerio británico de Defensa se hicieron eco de la reivindicación por Ucrania de la destrucción la semana pasada de un buque de apoyo ruso cerca de la isla de las Serpientes con un misil Harpoon.
El lunes, las fuerzas de Kiev atacaron una instalación gasífera, cuyo incendio detectó un sitio web de la NASA.
La acción se realizó de nuevo con un misil Harpoon, que formaría parte de los enviados a Ucrania por Países Bajos o Dinamarca, según el experto militar occidental. Según ha observado, los prometidos por Estados Unidos no llegaron aún.
El martes, los rusos aseguraron haber destruido un importante número de drones durante un ataque de su rival contra la isla de las Serpientes, en el marco de un proyecto para desembarcar que habrían abandonado finalmente.
Imágenes por satélite consultadas por los expertos muestras destrucciones. Otros ataques ya se observaron en este islote estratégico, que los rusos arrebataron a los ucranianos a inicios de la guerra.
“Hay pruebas de que la isla fue atacada, pero no de que los ucranianos querían desembarcar”, precisa H.I. Sutton, para quien Ucrania puede bombardearla con su artillería, por lo que “no necesitan intentar desembarcar”.
Ataques contra drones
Aunque los combatientes y sus aliados documentan a través de las redes sociales la guerra en tierra firme, la batalla naval se desarrolla en un relativo silencio.
La información procede sobre todo de las imágenes por satélite, de lo que quieren declarar los beligerantes o revelar el resto de gobiernos que vigilan la zona.
Los rusos, por su parte, intentan alcanzar con sus misiles los medios ucranianos en la costa. “Hubo un ataque contra Odesa (…) Alcanzaron algunos hangares, pero no hay pruebas claras de importantes daños”, según H.I. Sutton.
“La capacidad de la defensa litoral de los ucranianos neutralizó en gran medida la capacidad rusa para hacerse con el control marítimo y proyectar sus fuerzas en el noroeste del mar Negro”, según el ministerio británico de Defensa.
Para el especialista independiente, Ucrania debe disuadir de un desembarco ruso, máxime cuando no se conocen las intenciones de Moscú sobre la vecina región separatista de Transnistria en Moldavia. Rusia podría buscar unir su territorio con esta a través de la costa occidental de Ucrania.