Alemania activó este jueves la segunda fase de su plan de emergencia de tres etapas pasa garantizar el suministro de gas, en respuesta a la continuada reducción de este por parte de Rusia.
“Actualmente, la seguridad del suministro está garantizada, pero la situación es tensa”, anunció el Ministerio de Economía. El tercer nivel sería ya de emergencia y conllevaría restricciones al consumo.
El ministro federal de Economía, Robert Habeck, dijo en una comparecencia ante la prensa que “la situación es grave y llegará el invierno”.
“La reducción en el suministro de gas es un ataque económico contra nosotros por parte de (el presidente ruso, Vladimir) Putin”, acusó. “Nos defenderemos contra esto. Pero nuestro país tendrá que ir por un camino pedregoso ahora”.
Agregó que “aunque no podamos sentirlo todavía, estamos ya en una crisis de gas”.
“El gas es ya un bien escaso en Alemania”, sentenció. Los objetivos de almacenamiento para el invierno, a pesar de que las instalaciones de depósito están actualmente al 58% de su capacidad, probablemente no se cumplan (consisten en un 90% de la capacidad para diciembre).
El nivel de alarma se produce cuando existe una interrupción del suministro de gas o una demanda excepcionalmente alta que provoca un deterioro significativo de la situación del suministro.
Sin embargo, el mercado sigue siendo capaz de hacer frente a esta perturbación o demanda. La declaración está relacionada con la grave reducción del suministro de gas ruso desde la semana pasada. Pese al incremento en el nivel de alarma, las empresas de servicio público todavía no podrán aumentar los precios del gas en virtud de la Ley de Seguridad Energética, porque deben cumplirse más condiciones, explicaron fuentes gubernamentales a DPA.
La industria alemana está lista para adoptar un modelo de subasta de gas que el gobierno lanzará este verano para alentar a los consumidores de gas industrial a ahorrar gas, anunció también Habeck. “La industria está muy dispuesta a adoptar este modelo”, adelantó a los periodistas.