Este domingo se realiza la segunda vuelta en las elecciones parlamentarias francesas, donde la abstención volvió a ser protagónico, tras la cifra récord de un 52,49% que registró en la primera vuelta.
La participación en la segunda vuelta a las 12:00 horas (06:00 en Chile) era el 18,99%, lo que significa una ligera subida respecto al 18,43% de la primera vuelta a la misma hora, según los datos del Ministerio del Interior.
Este ascenso contrasta con lo que se percibía en el colegio electoral Pierre Bullet del distrito X de París, donde apenas había que esperar dos minutos para votar por la mañana.
El presidente de ese colegio de voto, Jorge Partida, indicaba que percibía una participación menor que en la primera vuelta, cuando la participación al final del día estuvo en el 59,85% en este centro, casi 7 puntos porcentuales por encima de la media nacional.
Pese a esta percepción, Partida no quería precipitarse a la hora de vaticinar una participación menor: “La situación puede cambiar rápidamente”.
Entre los votantes, los motivos que daban para no haberse quedado en casa eran diversos.
En el caso de Élise, una trabajadora de 50 años del Ayuntamiento del distrito III de París, señaló a EFE que acudir a las urnas es “un deber”.
“Tenemos que estar ahí, conocer y decir lo que pensamos y poner la papeleta en la urna, sea cual sea”, explicó tras acabar de votar en este colegio electoral.
A pesar de ello, también reconoció que la abstención también es una forma con la que la gente manifiesta su descontento: “Ese es su voto, su elección.”
En la misma línea, Bernard, un trabajador de los medios de comunicación de 57 años que lleva acudiendo a votar desde que tiene edad para hacerlo, subrayó que estas elecciones legislativas son más importante si cabe que las presidenciales.
“Son las que decidirán después la conducta del Gobierno y de las leyes. Es extremadamente importante votar”, dijo. “Espero que lo haga mucha gente”.
Bernard contó que había votado a la coalición de izquierdas Nupes y cree que los resultados estarán muy igualados, al igual que en la primera vuelta.
“Me gustaría que saliera una mayoría que pueda equilibrar la vida democrática y parlamentaria en Francia”, añade.
Cro, un empleado del sector de los seguros de 60 años de origen italiano, dio un motivo bien diferente para no faltar a la cita electoral este domingo.
“Me parece que el futuro político en Francia no es para nada radiante, los extremismos van a la cabeza, y es muy grave para la política”.
Cro desveló haber votado a la coalición Ensemble! de la mayoría del presidente, Emmanuel Macron: “Tanto la extrema izquierda como la extrema derecha traen el caos”.
Macron fue el último de los grandes protagonistas políticos del día en votar. Lo hizo junto a su mujer Brigitte como es habitual en la ciudad de Le Touquet, donde está censado, unos minutos después de las 13:00 locales.
Antes que él habían depositado el voto en la urna el líder de la coalición de izquierdas Nupes, Jean-Luc Mélenchon (que no se presenta en estos comicios), en Marsella, y la jefa de la extrema derecha, Marine Le Pen, en su feudo electoral de Hénin-Beaumont.