La Justicia de Donetsk inició el lunes el juicio a Sean Piner, Aiden Aslin y Sadun Brahim, capturados por las tropas rusas en el marco de la guerra y quienes reconocieron el miércoles parte de los delitos que se les atribuían.
Ahora, una vez analizada “la totalidad de las pruebas”, el Supremo probó la culpabilidad de los acusados y determinó que deberán ser “condenados a muerte”, según recoge la agencia rusa de noticias TASS.
La Justicia de Donetsk imputa a Piner, Aslin y Brahim la comisión de delitos de forma grupal entre los que se encuentra la toma forzosa del poder, a la par que los acusa de actuar como mercenarios en el conflicto bélico en Ucrania.
Poco después del inicio de la guerra, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, impulsó la Legión de Defensa Territorial de Ucrania, un destacamento mediante el cual Kiev buscaba engrosar sus filas con voluntarios internacionales.
Según las autoridades rusas, casi 7.000 extranjeros procedentes de más de 60 países se han unido a las fuerzas ucranianas para participar en el conflicto desde su inicio a finales de febrero, hace ya más de cien días.
Rusia dice que poco más de mil de estos “mercenarios extranjeros” fueron apresados, mientras que cerca de unos 400 estuvieron atrapados durante el asedio a la planta siderúrgica de Azovstal.