Alexandre Bobykin y Alexandre Ivanov fueron declarados culpables de “violar los usos y costumbres de la guerra” tras un juicio que comenzó a mediados de mayo en Ucrania, según la agencia Interfax-Ucrania, que explicó que los dos acusados habían “reconocido totalmente su culpabilidad y declarado que estaban arrepentidos”.
El tribunal considera que “la culpabilidad ha sido probada en su totalidad”, según informó la agencia Ukrinform, que indica que la justicia aceptó como circunstancias atenuantes el arrepentimiento “sincero” de los soldados.
Sin embargo, el tribunal asumió como “circunstancias agravantes” el hecho de que los actos se llevaron a cabo como “confabulación y en forma extremadamente peligrosa”.
El tribunal no reconoció como circunstancia atenuante la declaración de los abogados defensores de que Bobykin e Ivanov eran solo ejecutores y actuaron bajo la coacción de los comandantes, calificando estas declaraciones como declarativas y sin fundamento.
Los dos militares rusos, Bobykin como conductor e Ivanov como artillero, efectuaron disparos en la región de Belgorod el 24 de febrero, como resultado de lo cual resultaron destruidas viviendas en la localidad de Koza y una escuela en Dergachiv, en la región de Járkov.
Según la fiscalía, tras la derrota de la columna rusa a la que pertenecían los dos soldados, estos se rindieron a las fuerzas ucranianas.