Delegaciones de Suecia y Finlandia viajaron este martes a Turquía para negociar su entrada a la OTAN.
Ambos países buscarán convencer al Gobierno del país euroasiático, la segunda potencia militar de la OTAN, para que levante su veto y los deje ingresar a la Alianza Atlántica.
El Ministerio de Asuntos Exteriores turco confirmó que las delegaciones, encabezadas por el secretario de Estado sueco Oscar Stenström y su homólogo finlandés Jukka Salovaara, se reunirán con el portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, y el viceministro de Exteriores, Sedat Önal.
Mientras partía a un viaje oficial a Israel, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, explicó que se celebraría una reunión a tres bandas y que Turquía presentaría sus demandas para levantar el veto al ingreso de los dos países en la OTAN.
¿Porqué Turquía se opone a su ingreso a la OTAN?
Desde que Estocolmo y Helsinki anunciaran, a mediados de mayo, su aspiración a ingresar en la OTAN, en reacción a la invasión rusa de Ucrania, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha expresado su rotunda oposición acusando a los dos países nórdicos de “apoyar el terrorismo”.
En concreto les reprocha permitir manifestaciones del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, de no extraditar a supuestos miembros de la organización, y de contar incluso con parlamentarios que defienden la legalización de este movimiento armado.
Además Erdogan se queja que Europa no ha incluido en su lista de organizaciones terroristas a las milicias kurdosirias Unidades de Protección Popular (YPG). Ankara las considera una mera rama del PKK.
A lo anterior se suma el hecho que tanto Suecia como Finlandia restringen las exportaciones de armamento a Turquía en reacción a las operaciones militares turcas en Siria.
Erdogan desconfiado
Çavusoglu ya reafirmó esta jornada que Turquía presentaría a las delegaciones sueca y finlandesa documentos que demuestren la conexión entre PKK e YPG.
Tras ello esperarán “pasos concretos, no solo deseos”, incluyendo un compromiso escrito, para levantar el veto.
Hasta ahora Erdogan ha reiterado que no se fiará de las promesas que le hagan desde Europa, por lo que no considera útil negociar.
“Si quieren convencernos, que no se hagan el trabajo de venir”, dijo incluso la semana pasada.
Desde entonces, Erdogan ha mantenido conversaciones telefónicas con su homólogo finlandés, Sauli Niinistö, con la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, y con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, además de otros dirigentes europeos.
Çavusoglu dijo hoy que también podría celebrarse una reunión a cuatro bandas, con la participación de Stoltenberg.
El ministro finlandés de Exteriores, Pekka Haavisto, afirmó hoy en el Foro de Davos que su país “tiene buenas respuestas” a las “preocupaciones de seguridad” planteadas por Turquía.